miércoles, 28 de octubre de 2015

Disminución del impuesto a bebidas azucaradas, un tema de salud nacional

Por Arlen Jaime Merlos El primero de enero de 2014 entró en vigor el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en las bebidas azucaradas como parte de una Estrategia Nacional para la Prevención y el Control de Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, por recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS); lo que redujo en un 6% su consumo y dando como resultado un aumento del 4% en el consumo de agua potable. No obstante, hace unos días la Cámara de Diputados aprobó el dictamen de la Miscelánea Fiscal, dentro del cual se contempla la disminución del 50% al IEPS de las bebidas azucaradas que tengan hasta 5gr de azúcares añadidos por cada 100ml; sin embargo, es necesario puntualizar que esa reducción, no garantiza la disminución de su precio en el mercado, pero si contribuye a los altos índices de obesidad en el país, si consideramos que nuestro país se ubica como el principal consumidor mundial de estas bebidas. No en vano, agencias de relaciones públicas se han dedicado a cabildear para eliminar o reducir este impuesto que afecta intereses de la industria, ya que se considera que la reducción del impuesto representaría un monto aproximado de 500 millones de pesos por año a favor de la industria refresquera. Es turno ahora del Senado de la República discutir la iniciativa de ley que propone la disminución del impuesto de refrescos, en donde solo el Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática ha expresado su firmeza de votar en contra de la reducción del IEPS a las bebidas azucaradas. Es importante mencionar que el Instituto Nacional de Salud Pública, ha externado gran preocupación en torno al tema y a los enormes costos que pagaría la salud de la población y con ello, los costos económicos que implicarían para el Estado en un futuro no muy lejano al tratarse un tema de salud nacional. De consumarse esta reducción, la infancia sería la más afectada, siendo que la mayoría de las bebidas azucaradas son productos dirigidos a los niños, lo que detonaría el riesgo de obesidad infantil, diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, caries dentales, entre otros. Hoy en día, uno de cada tres niños en México sufre sobrepeso y obesidad, lo que diagnostica que en unos años, uno de cada tres niños tendrá diabetes. Sin olvidar que nuestro país se encuentra en segundo lugar a nivel mundial en obesidad, dado que más de la mitad de su población sufre de sobrepeso, desencadenando así en ese sector un aumento de patologías cardiacas y de diabetes. Ya el Dr. Robert Lusting, endocrinólogo pediátrico y reconocido investigador estadounidense de la Universidad de California en San Francisco, expresó al gobierno mexicano confiar en que la evidencia científica sea lo que guíe las políticas públicas a favor de la salud de los mexicanos.

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