sábado, 14 de noviembre de 2015

Día Mundial Contra la Obesidad

LA CRÓNCICA La pregunta es qué va a hacer cada uno por combatir esta enfermedad: concientización, cambiar hábitos alimenticios y ejercitarse, las claves.
Una persona con sobrepeso “no es una persona sana porque está llenita y chapeadita, más aun si este sobrepeso tiene como base una alimentación con refrescos, gaseosas y comida rápida, y si a esto le agregamos sedentarismo, tabaquismo e ingesta de alcohol, estrés y los contaminantes ambientales, estaremos en el caso de un paciente en transición a una enfermedad carencial crónico degenerativa dentro de las cuales la diabetes es una de las principales”. Señaló lo anterior, el Dr. Alejandro Bonfil Valle, Médico Cirujano por la Universidad Nacional Autónoma de México, con Diplomado en Medicina Biológica por la Universidad Autónoma Metropolitana y Especialista en Trofología del Instituto Nacional de Trofología. Dijo que México es primer lugar mundial en obesidad infantil ya que 4 de cada 10 niños tienen sobrepeso y cada año se diagnostican 4 mil nuevos casos de niños con diabetes mellitus. “El consumo de refrescos desde la niñez hasta los adultos mayores, aunado a las dietas hipergrasas, hipercalóricas e hiperproteícas con conservadores químicos y saborizantes, son el origen del problema de la pandemia de obesidad en México y a nivel mundial”. Los elevados niveles de azúcar en sangre que se generan al consumir un refresco, podrían provocar vómito como medida de protección, pero el ácido fosfórico de la bebida inhibe el estímulo del vómito, y posteriormente, para evitar la acidez en el cuerpo, se activan procesos metabólicos que transforman el azúcar en grasa. “Los refrescos, agregó, contienen una dosis tóxica de azúcar en forma de jarabe de maíz de alta fructuosa, que representa casi 3 veces el consumo diario máximo de azúcar recomendado por la Asociación Americana del Corazón. La fructuosa se procesa en el hígado, a diferencia de otros azúcares, y la mayor parte se transforma en grasa, siendo el principal culpable de la obesidad mundial”. Es claro que las bebidas azucaradas propician el aumento significativo del peso, y no quitan ni el hambre ni la sed, engañan a nuestro sistema biológico y lo perjudican. Son la causa principal de la diabetes tipo 2, explicó el Dr. Alejandro Bonfil Valle. Ante lo anterior, se preguntó, ¿qué debemos hacer? La lógica de conservación es atender los consejos nutricionales de los especialistas, atenderse con su médico y verificar con estudios de laboratorio que su estado físico sea el saludable. “Es prioritario comprender que debemos atacar el origen de la obesidad con una dieta que sea balanceada, practicar ejercicio cotidianamente y en la mayoría de los casos acudir con un médico especialista”. El Dr. Alejandro Bonfil Valle dijo que “si queremos atacar la pandemia de obesidad, el reto es lo que que vamos a hacer cada uno de nosotros, independientemente de lo que las autoridades de salud vayan a implementar sobre este problema”. La pregunta clave es que “si nuestro país no cuenta con los recursos para mantener una campaña eficiente de concientización, ¿qué vas a hacer tú que tienes sobrepeso u obesidad? Si en la respuesta que tú des a ésta pregunta no está la concientización del problema y el cambio de hábitos, desgraciadamente vas a contribuir para que las estadísticas sigan subiendo en nuestro país y en el mundo, en detrimento de tu salud y de tu economía”.

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