viernes, 8 de enero de 2016

CALENDARIO ELECTORAL 2016, EL LABORATORIO POLÍTICO-ELECTORAL PARA EL 2018.

Por Arlen Jaime Merlos El 2016 será un año electoral que sin duda marcará el inicio del mapa político del 2018, ya que en este año habrá elecciones en 13 estados de la República, en donde se elegirán 965 presidentes municipales, 388 diputados locales y 13 gobernadores. Además, derivado de la reforma política del Distrito Federal, los ciudadanos de la Ciudad de México, elegirán 60 de un total de 100 diputados el próximo 5 de junio, quienes formarán parte del Congreso Constituyente de la Ciudad de México, mismos que deberán aprobar su Constitución. El punto de partida en el calendario electoral 2016 inicia con la elección extraordinaria de la gubernatura del estado de Colima el próximo 17 de enero, mientras que el 5 de junio se elegirá la gubernatura de 12 estados más, los cuáles son Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas. Razón por la cuál surge la oportunidad de analizar la geografía político-electoral actual de las 13 entidades en las que habrá elecciones y haciendo una revisión se destaca que en 10 de los 13 estados actualmente gobierna el PRI. Mientras que 3 son estados gobernados por la oposición, Oaxaca, Puebla y Sinaloa; y aquí abro un paréntesis para señalar que esos triunfos se lograron mediante la planeación e implementación de alianzas estratégicas. Es importante mencionar que en las próximas elecciones existe la posibilidad de que en 5 estados, la oposición unida pueda ganar, para así lograr la continuidad de la alternancia en el caso de Oaxaca, Puebla y Sinaloa, y una alternancia en Chihuahua y Veracruz, a través de alianzas amplias; y así impedir un retroceso democrático en esos estados. Sin duda, el caso de Veracruz tendrá que ser analizado detalladamente, ya que su actual gobierno ha sido ampliamente cuestionado por los diversos asesinatos de periodistas que han sucedido en la actual administración y la persiste violencia en el conjunto de la entidad. Por otro lado, para el caso de Tlaxcala no debería ignorarse la posibilidad de que la oposición pueda triunfar, por lo cuál no se debería estimular una estrategia que genere una oportunidad perdida, porque se podría ganar. Vivimos tiempos de definiciones y es el momento de priorizar la alternancia y consolidación de la democracia en los estados, más aún ante el escenario nacional al que nos enfrentamos los mexicanos, en un país de 55 millones de pobres, con una economía estancada y que inicia el 2016 con graves problemas como el desplome del precio del petróleo y la caída del valor del peso frente al dólar, la deuda pública en sus niveles históricos más altos, una grave crisis de derechos humanos, una marcada desigualdad y actos de corrupción que sin duda han marcado la actual administración. Por eso radioescuchas los invito a que estemos atentos al desarrollo de las campañas electorales del 2016, que indudablemente representarán una primera etapa del laboratorio político-electoral para el 2018.

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