viernes, 15 de enero de 2016
La contaminación lumínica creció al igual que la ambiental
LA CRÓNICA La próxima semana se llevará a cabo en la capital el evento internacional “El derecho a los cielos oscuros”, convocado por la Unesco, Conacyt y UNAM, donde se realizarán conferencias, talleres y exposiciones sobre la importancia de recuperar espacios invadidos por la contaminación lumínica, con el o objetivo de mantener sitios para la observación celeste y astronómica.
En el evento —que se llevará a cabo del 20 al 22 de enero en el Centro de Cultura Digital— participarán astrónomos y científicos de México, EU, Europa y Chile, quienes expondrán experiencias y propuestas para la conservación de cielos oscuros para la observación astronómica, así como para el goce de las sociedades.
“El cielo nocturno fue utilizado por los primeros nómadas como reloj. En México todas nuestras culturas, desde los olmecas hasta los mexicas, tuvieron el cielo como un referente y sus ciudades fueron construidas y orientadas en base a ello”, refiere José Franco, investigador y ex director del Instituto de Astronomía de la UNAM, y uno de los organizadores del encuentro.
Hoy en día, apunta, las poblaciones han crecido en las ciudades y desde que el hombre comenzó a utilizar de manera intensiva recursos de combustibles fósiles se desarrollaron asentamientos muy grandes para poblaciones e industrias. Esto ha generado que la contaminación lumínica haya aumentado y sea un problema similar al de la contaminación de la atmósfera o del medio ambiente.
Explica que en las ciudades, por ejemplo, el alumbrado público no está pensado de forma regulada ni es amigable con el medio ambiente, lo que significa un desperdicio.
“Cuando vemos fotos satelitales del mundo nocturno vemos una iluminación gigantesca por todos lados, es luz desperdiciada, puesto que se va hacia arriba, representando un gasto energético y contaminación lumínica muy importante. Iluminar el cielo, en vez de calles y localidades, representa un gasto de dinero, recursos, energía y combustible”.
El también director de Divulgación de la Ciencias de la UNAM dice que el alumbrado público representa una fracción importante, una cuarta parte, del gasto de todos los municipios en el mundo, la cual no se puede desperdiciar iluminando innecesariamente el cielo.
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