En la Ciudad de México, personal de la Secretaría de Salud que labora en el Hospital General Torre Médica de Tepepan operó a una interna sin su consentimiento, para que no pueda tener hijos en el futuro, luego de que se le detectara VIH.
De acuerdo con la Recomendación 09/2016, emitida por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), la víctima, interna del Centro de Readaptación Social Femenil Santa Martha Acatitla, fue a revisión con el ginecólogo, ya que tenía ocho meses de embarazo.
En esa consulta, la mujer aceptó aplicarse la prueba de VIH, la cual resultó positiva.
Después de seis meses y tras dar a luz, el personal médico le hizo una intervención llamada oclusión tuberia bilateral, la cual es definitiva y no permite un nuevo embarazo.
El organismo consultó a especialistas y éstos determinaron que hay otros métodos anticonceptivos de carácter no quirúrgico y temporal que ofrecen una eficacia similar al de la oclusión tubaria bilateral, como las hormonas anticonceptivas.
El organismo precisó que al ser una interna con VIH puede constituirse un acto de discriminación por la enfermedad y de género.
La Recomendación señala que la Secretaría de Salud debe hacer la reparación del daño de manera integral a la víctima, así como diseñar e implementar un programa de capacitación dirigido a los Hospitales de la Red de Salud de la capital.
“Cuando estas prácticas producen daño o sufrimiento a las mujeres, basándose en su género, constituyen violencia contra las mujeres causada por el propio Estado, misma que también es llamada ‘violencia institucional’, que se da en contextos donde el Estado tiene control sobre la libertad y la autonomía de las mujeres, como lo son las instituciones de salud en relación a la prestación de servicios de salud sexual y reproductiva”, expone el documento.
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