• La exigencia, acabar con el control de distintas y presuntas “pandillas de semi urbanistas” en el municipio que agotaron la vocación del suelo.
Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN Méx., a 8 de noviembre del 2018.- Es oportuno y antes de que el nuevo gobierno llegue a instalarse el 1° de enero del 2019, revisar con total detalle todos y cada uno de los proyectos urbanos en proceso y desarrollo.
Es notable aquí, la operación de distintas “mafias de urbanistas” de no muy buena reputación, que han cambiado brutalmente el piso urbano, en complicidad con autoridades municipales.
Igual que en otros asuntos, los registros refieren al menos diez años de estar operando bajo un vulgar sistema de impunidad y corrupción, para consolidar numerosos proyectos inmobiliarios.
El marco de referencia es de tal promiscuidad, que la vocación incluso del suelo, densidades y demás requerimientos, desató la bestial saturación en indefinidad de ejidos en el municipio.
Para nada es raro que polígonos en Lomas Verdes IV y VI sección, la parte colindante con Atizapán de Zaragoza, “La Cuenca de San Mateo” y Tecamachalco, presenten una serie de edificaciones al parecer, rebasando toda norma.
Asimismo, superando al plan estratégico de desarrollo urbano, para legitimar lo ilegal, y tampoco respetar los cambios de uso de suelo, sin tomar en cuenta, estudios de impacto ambiental y otros.
En ese orden y aunado a la mecánica precisamente del suelo, efectos con respecto a los servicios básicos principalmente en seguridad y abastecimiento de agua, debido al aumento demográfico.
Por otra parte, explorar a detalle ese plan estratégico de desarrollo urbano, así como el plan de desarrollo municipal, en el que sobre todo el primero, lleva más de dos décadas sin actualizarlo.
Pero no obstante, que sean los según nefastos urbanistas, vinculados a Carlos Corral, Joaquín Álvarez Ordoñez, y Thalía Juárez, actual subdirectora de planeación urbana, los que lo renueven.
Es decir, que a través de la adquisición de servicios de asesoría externa, lleven a cabo ambos planes, como el de Desarrollo Municipal enajenado a doña Azu y más tarde, a “Súper Kairos”.
En el mañana, evitar que los nuevos planes de Desarrollo Urbano, avalen construcciones al margen de la ley y pueden provocar caos, no legitimar lo ilegal, preservar la vocación del suelo, obviar la deforestación y la pérdida de productividad.
En otro orden, desvincular a personajes que ingresan a las distintas áreas de la dirección de Desarrollo Urbano del municipio, para pivotear y negociar innumerables proyectos de construcción.
A lo anterior y sumado, los amplios negocios para crear y construir esas impactantes moles de corrupción que transforman el paisaje urbano de manera desequilibrada, al margen de posibilitar la ilegalidad, presumiblemente extorsionando a empresarios de la industria inmobiliaria.
Finalmente, el acabar con las distintas “pandillas de urbanistas” y en serio, para que no ingresen otras, de otros grupos y otros personajes a romper drásticamente con el hábitat de la zonas.
NAUCALPAN Méx., a 8 de noviembre del 2018.- Es oportuno y antes de que el nuevo gobierno llegue a instalarse el 1° de enero del 2019, revisar con total detalle todos y cada uno de los proyectos urbanos en proceso y desarrollo.
Es notable aquí, la operación de distintas “mafias de urbanistas” de no muy buena reputación, que han cambiado brutalmente el piso urbano, en complicidad con autoridades municipales.
Igual que en otros asuntos, los registros refieren al menos diez años de estar operando bajo un vulgar sistema de impunidad y corrupción, para consolidar numerosos proyectos inmobiliarios.
El marco de referencia es de tal promiscuidad, que la vocación incluso del suelo, densidades y demás requerimientos, desató la bestial saturación en indefinidad de ejidos en el municipio.
Para nada es raro que polígonos en Lomas Verdes IV y VI sección, la parte colindante con Atizapán de Zaragoza, “La Cuenca de San Mateo” y Tecamachalco, presenten una serie de edificaciones al parecer, rebasando toda norma.
Asimismo, superando al plan estratégico de desarrollo urbano, para legitimar lo ilegal, y tampoco respetar los cambios de uso de suelo, sin tomar en cuenta, estudios de impacto ambiental y otros.
En ese orden y aunado a la mecánica precisamente del suelo, efectos con respecto a los servicios básicos principalmente en seguridad y abastecimiento de agua, debido al aumento demográfico.
Por otra parte, explorar a detalle ese plan estratégico de desarrollo urbano, así como el plan de desarrollo municipal, en el que sobre todo el primero, lleva más de dos décadas sin actualizarlo.
Pero no obstante, que sean los según nefastos urbanistas, vinculados a Carlos Corral, Joaquín Álvarez Ordoñez, y Thalía Juárez, actual subdirectora de planeación urbana, los que lo renueven.
Es decir, que a través de la adquisición de servicios de asesoría externa, lleven a cabo ambos planes, como el de Desarrollo Municipal enajenado a doña Azu y más tarde, a “Súper Kairos”.
En el mañana, evitar que los nuevos planes de Desarrollo Urbano, avalen construcciones al margen de la ley y pueden provocar caos, no legitimar lo ilegal, preservar la vocación del suelo, obviar la deforestación y la pérdida de productividad.
En otro orden, desvincular a personajes que ingresan a las distintas áreas de la dirección de Desarrollo Urbano del municipio, para pivotear y negociar innumerables proyectos de construcción.
A lo anterior y sumado, los amplios negocios para crear y construir esas impactantes moles de corrupción que transforman el paisaje urbano de manera desequilibrada, al margen de posibilitar la ilegalidad, presumiblemente extorsionando a empresarios de la industria inmobiliaria.
Finalmente, el acabar con las distintas “pandillas de urbanistas” y en serio, para que no ingresen otras, de otros grupos y otros personajes a romper drásticamente con el hábitat de la zonas.
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