• El organismo fiscalizador del congreso mexiquense, determinó además 58 observaciones resarcitorias al ayuntamiento, entre otras investigaciones.
Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN Méx., a 15 de noviembre del 2018.- En la revisión de la cuenta pública 2017 a cargo del Organismo Fiscalizador del estado de México (Osfem), al municipio no le fue nada bien.
En este periodo que gobernó el ex alcalde Edgar Olvera, hoy diputado local, en verdad que encontraron numerosas inconsistencias, y no es como dícese ser, que dejó en total orden.
El organismo documentó una deuda pública de Un mil 603, 037 mil, mdp., aún y sin cuantificar ese débito privado a acreedores, prestadores de servicios y sentencias ejecutorias a resolver.
Lo peor, es que a Olvera por lo pronto no subsanará nada, y corresponderá al actual alcalde, Víctor Gálvez Astorga, superar los daños y comunicarlo como es, hasta dónde pueda.
El ciclo de “Albertano Olvera”, rebasó toda expectativa financiera y siempre el pasivo fue más que los ingresos ordinarios, alcanzando el 51.2 %., superior al 40% de la ley justamente de ingresos de 2016.
En ese orden y por si fuera cosa menor, el Órgano Fiscalización de la legislatura local, determinó 58 observaciones resarcitorias al ayuntamiento, las cuales ascienden a poco más de 25 millones de pesos.
Asimismo, un subejercicio en los capítulos 3000 correspondiente a servicios generales y 9000 deuda pública, que se fue a la alza.
Referir y según Olvera al inicio de su mandato, no iba a acrecentar la misma, por ello de la línea de arrendamiento de 300 mdp bajo la presunción de realizar “un ejercicio responsable de los dineros”.
La gestión del 2017 francamente que comprometió a la hacienda, creó unidades administrativas que resultaron bastante caras, sobre todo la “Súper Secretaria de Innovación Gubernamental”.
De igual manera y con las reformas al reglamento orgánico de la administración pública, de cada peso que el ayuntamiento erogó, 50 centavos que se destinaron para pagar altos salarios.
Así también, compensaciones, compensaciones especiales, gratificaciones, aguinaldos y otros rubros de servicios personales, enmarcados en el capítulo 1000, con lo que el 50 % del presupuesto público quedó en este apartado.
Del cálculo financiero, sólo 9.1% fue asignado para inversión, cifra que representó una disminución de 0.6% en relación al ejercicio fiscal de 2016.
El Osfem aseguró que en 2017, Naucalpan no garantizó el funcionamiento de servicios y mantenimiento de la infraestructura pública local.
Finalmente, y entre otras inconsistencias, en los bienes inmuebles, el cuestionamiento severo a dependencias que tampoco convencieron y fueron insuficientes de la magnitud de protección civil, contraloria y obras públicas.
NAUCALPAN Méx., a 15 de noviembre del 2018.- En la revisión de la cuenta pública 2017 a cargo del Organismo Fiscalizador del estado de México (Osfem), al municipio no le fue nada bien.
En este periodo que gobernó el ex alcalde Edgar Olvera, hoy diputado local, en verdad que encontraron numerosas inconsistencias, y no es como dícese ser, que dejó en total orden.
El organismo documentó una deuda pública de Un mil 603, 037 mil, mdp., aún y sin cuantificar ese débito privado a acreedores, prestadores de servicios y sentencias ejecutorias a resolver.
Lo peor, es que a Olvera por lo pronto no subsanará nada, y corresponderá al actual alcalde, Víctor Gálvez Astorga, superar los daños y comunicarlo como es, hasta dónde pueda.
El ciclo de “Albertano Olvera”, rebasó toda expectativa financiera y siempre el pasivo fue más que los ingresos ordinarios, alcanzando el 51.2 %., superior al 40% de la ley justamente de ingresos de 2016.
En ese orden y por si fuera cosa menor, el Órgano Fiscalización de la legislatura local, determinó 58 observaciones resarcitorias al ayuntamiento, las cuales ascienden a poco más de 25 millones de pesos.
Asimismo, un subejercicio en los capítulos 3000 correspondiente a servicios generales y 9000 deuda pública, que se fue a la alza.
Referir y según Olvera al inicio de su mandato, no iba a acrecentar la misma, por ello de la línea de arrendamiento de 300 mdp bajo la presunción de realizar “un ejercicio responsable de los dineros”.
La gestión del 2017 francamente que comprometió a la hacienda, creó unidades administrativas que resultaron bastante caras, sobre todo la “Súper Secretaria de Innovación Gubernamental”.
De igual manera y con las reformas al reglamento orgánico de la administración pública, de cada peso que el ayuntamiento erogó, 50 centavos que se destinaron para pagar altos salarios.
Así también, compensaciones, compensaciones especiales, gratificaciones, aguinaldos y otros rubros de servicios personales, enmarcados en el capítulo 1000, con lo que el 50 % del presupuesto público quedó en este apartado.
Del cálculo financiero, sólo 9.1% fue asignado para inversión, cifra que representó una disminución de 0.6% en relación al ejercicio fiscal de 2016.
El Osfem aseguró que en 2017, Naucalpan no garantizó el funcionamiento de servicios y mantenimiento de la infraestructura pública local.
Finalmente, y entre otras inconsistencias, en los bienes inmuebles, el cuestionamiento severo a dependencias que tampoco convencieron y fueron insuficientes de la magnitud de protección civil, contraloria y obras públicas.
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