• Los postulantes de ambos grupos a presidir el blanquiazul, Pedro Antonio Fontaine y Víctor Armenta, saldrán a la contienda sin ningún tipo de ventaja, y además de un cargado resentimiento político entre sus propios pares y/o iguales.
Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN Méx., a 17 de julio del 2019.-En la renovación de la dirigencia municipal del Partido Acción Nacional (PAN), en verdad esperamos una lucha de poder a poder entre sus grupos.
Es decir, una batalla en la que después de los resultados, veremos cómo las dos o quizá tres expresiones internas se perfilan para la elección intermedia federal, local y municipal.
El diseño de futuros es claro, la disputa es real entre “Los Olvera Teame” y “los acomoditicios de Los Bravo Boy’s”, versus José Luis Durán Reveles, Manuel Gómez Morín Martínez del Río y “Los Gálvez”.
Los resultados claro, son de pronósticos reservados en la disputa por el Comité Municipal Panista, entre el Undécimo tercer regidor, Pedro Antonio Fontaine y Víctor Armenta.
Lo interesante del proceso interno, el convencer a sus Un mil 360 militantes inscritos en el padrón, y lograr el ejercicio libre y abierto del voto, el próximo domingo 28 de julio, en la boleta electrónica.
Francamente, nadie de los dos con sus correspondientes planillas arranca favorito y/o con una extraordinaria ventaja, del uno contra el otro, en la que en cada grupo hay disidencias y rupturas.
La más cercana, la de los ex alcaldes, Edgar Olvera Higuera y el maestro, Víctor Gálvez Astorga, pero además, de otros cuadros del PAN que fueron excluidos en la administración Olverista.
Aunado, al rompimiento de compromisos políticos de militantes de base, y de activistas de muchos años relegados a su suerte, y que seguramente cobrarán la factura.
Recordar los daños a las células de territorio, a miembros activos de Acción Nacional y por si fuera cosa menor, degradar a su propia gente llevándola al nivel de presuntos “bandoleros”.
En ese orden de ideas, la exclusión total, la confrontación directa entre Unos y los otros en el último semestre del gobierno de Olvera que concluyó Víctor Gálvez, sumado a la vez la derrota electoral.
Lo anterior, a nivel municipal que evaluó en las urnas la gestión gubernamental del PAN en esos tres años, y que dejó numerosas dudas y desaguisados de su desempeño, así como falta de resultados.
Así también, un sistémico desprecio en la función pública y resentimiento contra Olvera y Gálvez, y decirlo como es en el análisis de la gente, del quién resultó presumiblemente más “Ladrón”.
Lo peor del caso, que entre ellos y su gente y todavía aún, en esas mentes Maquiavélicas, continuar en el aquí y ahora, “tirándose a muerte”, cuando sois del mismo PARTIDO POLITICO.
Finalmente, y en la reflexión, los dos mismos grupos de hace 15 años atrás, repartiéndose los cargos públicos, de representación popular y de dirección, en un burdo y completo reciclaje político.
NAUCALPAN Méx., a 17 de julio del 2019.-En la renovación de la dirigencia municipal del Partido Acción Nacional (PAN), en verdad esperamos una lucha de poder a poder entre sus grupos.
Es decir, una batalla en la que después de los resultados, veremos cómo las dos o quizá tres expresiones internas se perfilan para la elección intermedia federal, local y municipal.
El diseño de futuros es claro, la disputa es real entre “Los Olvera Teame” y “los acomoditicios de Los Bravo Boy’s”, versus José Luis Durán Reveles, Manuel Gómez Morín Martínez del Río y “Los Gálvez”.
Los resultados claro, son de pronósticos reservados en la disputa por el Comité Municipal Panista, entre el Undécimo tercer regidor, Pedro Antonio Fontaine y Víctor Armenta.
Lo interesante del proceso interno, el convencer a sus Un mil 360 militantes inscritos en el padrón, y lograr el ejercicio libre y abierto del voto, el próximo domingo 28 de julio, en la boleta electrónica.
Francamente, nadie de los dos con sus correspondientes planillas arranca favorito y/o con una extraordinaria ventaja, del uno contra el otro, en la que en cada grupo hay disidencias y rupturas.
La más cercana, la de los ex alcaldes, Edgar Olvera Higuera y el maestro, Víctor Gálvez Astorga, pero además, de otros cuadros del PAN que fueron excluidos en la administración Olverista.
Aunado, al rompimiento de compromisos políticos de militantes de base, y de activistas de muchos años relegados a su suerte, y que seguramente cobrarán la factura.
Recordar los daños a las células de territorio, a miembros activos de Acción Nacional y por si fuera cosa menor, degradar a su propia gente llevándola al nivel de presuntos “bandoleros”.
En ese orden de ideas, la exclusión total, la confrontación directa entre Unos y los otros en el último semestre del gobierno de Olvera que concluyó Víctor Gálvez, sumado a la vez la derrota electoral.
Lo anterior, a nivel municipal que evaluó en las urnas la gestión gubernamental del PAN en esos tres años, y que dejó numerosas dudas y desaguisados de su desempeño, así como falta de resultados.
Así también, un sistémico desprecio en la función pública y resentimiento contra Olvera y Gálvez, y decirlo como es en el análisis de la gente, del quién resultó presumiblemente más “Ladrón”.
Lo peor del caso, que entre ellos y su gente y todavía aún, en esas mentes Maquiavélicas, continuar en el aquí y ahora, “tirándose a muerte”, cuando sois del mismo PARTIDO POLITICO.
Finalmente, y en la reflexión, los dos mismos grupos de hace 15 años atrás, repartiéndose los cargos públicos, de representación popular y de dirección, en un burdo y completo reciclaje político.
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