• Pese a la Emergencia Nacional Sanitaria, hay gente en ese primer cuadro del municipio en donde la venta aún y cuando es baja, hay dinamismo y movimiento derivado de las primeras consecuencias además en salud, en materia económica por la Pandemia del Covid-19.
Por Mario Ruiz HernándezNAUCALPAN, Méx., a 3 de abril del 2020.- Ante el impacto naturalmente de salud y sobre todo en materia económica que vienen arrojando la pandemia del Covid-19, el municipio ya lo resiente.
En distintos lugares de esa gran actividad productiva, y del comercio, no dejan de mirarse lugares desiertos y sólo una buena parte de prestadores justamente de servicios, están laborando.
En Naucalpan centro, en “El Legendario San Bartolo”, la situación no deja de ser crítica, y no obstante de seguir trabajando, las estimación de vendedores callejeros y establecidos es de irse a la quiebra.
Mientras tanto, el comercio en la vía pública, el ambulantaje y los vendedores tolerados continúan ejerciendo el comercio en porcentajes menores, pero con muy poca venta.
Sin embargo, las tendencias y por los avances de la pandemia del Covid-19, que evidentemente traerá medidas todavía más drásticas, el entorno resultará nada favorable.
Aún y así, el primer cuadro del municipio presenta numerosas resistencias y de todo tipo, la amplia zona colapsada refleja en mucho esa notoria parte del pánico, frente al coronavirus.
En estos momentos hay quienes presentan sus claras dudas, pero también existen otros que les apremia la fortaleza para salir adelante de esta grave pandemia.
Hoy por hoy, este perímetro Urbano es un escenario hostil y que muestra además, entre otras realidades, la omisión gubernamental en el tratamiento de numerosos pendientes de esta agenda.
Asimismo, manifiesta la falta del acuerdo político de manera general y digo, sociedad, gobierno, comerciantes establecidos y de vía pública en la solución del impactante conflicto.
De igual manera, la ausencia de políticas públicas, de planes y proyectos al menos de este gobierno neomorenista, que dé certeza para un programa Integral de “Rescate de Naucalpan Centro”.
Por otra parte, reestablecer el orden o poner orden al desorden, más allá de según “rentear a líderes y vendedores”, o consolidar esa presumible e “imprescindible cadena de corrupción e impunidad”.
La tarea, nada sencilla en el que cotidianamente el ambulantaje y sus diversas modalidades crecen y crecen, y en esta etapa bien vale la reflexión y la construcción de futuros y/o mañanas.
Es decir, qué queremos para el Naucalpan centro, para “El Legendario San Bartolo” al término de la emergencia Sanitaria por el Covid-19, y replantear un nuevo contexto de esta zona.
El anticipar el innovador espacio público, más allá de que éste sea “un mal necesario” en el que circula demasiado dinero entre todos los que intervienen en la ocupación y concesión de la calle.
Finalmente, realizar un saneamiento público y establecer una directriz que posibilite esa recuperación “soñada” por los habitantes de la cabecera y de todos los que vienen a hacer comercio.
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