• Como cada último domingo del año, habitantes del prehispánico lugar, suben al centro religioso a agradecer los favores recibidos y sobre todo el de la salud.
• La procesión de la Promesa, es una tradición de fe que dejaron mujeres nativas de Totoltepec, cuando una peste se apoderó del sitio, y no veía para cuando terminaría esta enfermedad, y decididas sacaron al “Santo Patrón “y puesto en hombros, subieron a lo que era El Santuario de los Remedios a rezar desde la mañana hasta la tarde-noche, a rogar por este padecimiento mortal, y cuando iban entrando al Pueblo, vieron como poco a poco se iba el mal.
Por Mario Ruiz Hernández
Naucalpan, Méx., diciembre del 2022.- Como cada domingo
último del año, habitantes del poblado de San Juan Totoltepec, realizan su
“Peregrinación de la Promesa a la Basílica de los Remedios.
La procesión que es acompañada por “San Juan Bautista
peregrino”, es una legendaria tradición de muchos años atrás, que nuestros
mayores, dan cuenta en el tiempo.
Según cuentan los nativos del lugar, la peregrinación se
instituyó para dar gracias a la Virgen, tras una peste que azotó al pueblo y en
la desesperación, fueron unas mujeres las que sacaron la imagen de San Juan
Bautista y la apostaron a sus pies, rezando toda la mañana para pedir por la
salud.
“Transcurrido el día y en la tarde-noche, después del ruego
y en genuino acto de fe, al regresar de nueva cuenta al poblado, el milagro se
dio al observar cómo poco a poco la gente volvía de la enfermedad”, narran ahora
en día los herederos.
De igual forma, comentan que desde aquel tiempo ahora, el
último domingo de cada año, se lleva a cabo esta procesión, en donde incluso,
persiste la idea que esta celebración en su momento fue más importante que la
fiesta del 24 de junio.
La tradición, es seguir el camino de aquellas mujeres que
iniciaron de la propia parroquia con la imagen de San Juan Bautista, cruzando
“El Cerro de Totoltepec”, hoy Bosque de los Remedios, hasta llegar a la
Basílica, dar gracias por los favores recibidos durante todo el año y escuchar
misa, para regresar por la tarde-noche.
Hoy al medio día, más de unos 200 vecinos se congregaron en
el atrio de la parroquia de San Juan Bautista, para caminar por aquella ruta de
fe.
En este domingo especial de la Navidad, del Nacimiento del
“Niño Jesús o Niño Dios”, y que pocas veces ocurre, feligreses fueron
convocados en la homilía, celebrada en la Basílica de “Nuestra Señora de los
Remedios”, por el párroco del Pueblo de San Juan Totoltepec, Germán Isidro
Moreno, a cumplir no solo por cumplir con la legendaria tradición, sino además
abrir el corazón a Jesús.
Asimismo, el reflexionar en cada uno si ha cumplido
efectivamente con “La Promesa, el cómo están en la espiritualidad y en la vida
Sacramental”.
“Dios quiere que busquen la Sanidad, que caminen en el
amor”, reiteró el prelado e instó a cambiar esos pensamientos negativos de las
personas por los positivos y buscar la gracia de Dios.
El sacerdote agradeció a la Santísima Virgen de los
Remedios, por los favores recibidos durante el año y alejar las enfermedades,
al tiempo que pidió al Padre Celestial vivir en el Mandamiento del Amor.
Al término de la Misa, los habitantes del poblado de San
Juan Totoltepec que se dieron cita en el centro religioso, compartieron el pan
y la sal.
De igual manera, convivieron de manera armoniosa y en paz
junto a su sacerdote, Germán Isidro Moreno y el padre Rafael Quezada, invitado
especial.
Por la tarde-noche, los feligreses regresaron de la Basílica
de los Remedios a la Iglesia de San Juan Bautista del poblado de San Juan
Totoltepec, por la misma ruta que aquellas mujeres habrían tomado, entre el
tremendo frío y la lluvia.
En algunas ocasiones y entre el Bosque de los Remedios o el
Cerro de Otomcapulco, descender con antorchas encendidas y la imagen del San
Juan Peregrino al regreso a su casa, toda vez que la pieza original, de San
Juan Bautista que es del siglo XVI, presenta ciertas partes deterioradas por el
tiempo, y ya no puede salir.
Cabe referir que cada último domingo de cada año, es la
procesión de “la Promesa” y sigue esta tradición a través del tiempo, como una
muestra de fe, esperanza e identidad de este prehispánico Poblado de
Totoltepec, que es una de “Las Cuatro Casas” que le dieron origen al Municipio
de Naucalpan.
Son en verdad familias enteras, naturales del lugar, quienes
no han dejado que esta extraordinaria Procesión de la Promesa, se pierda en las
vorágines del tiempo.
Familias y desde luego, y entre tantas por mencionar algunas como: “Baltazar, Trejo, Arzate, Alejo, Solís, Carrillo y Máximo, que han entregado toda una vida para que esta legendaria tradición se mantenga viva.
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