• Aún y en este segundo año de gobierno, hay infinidad de
déficits y una elevada carga de pendientes a resarcir en el corto plazo que
dejaron administraciones del pasado.
• Los escenarios no dejan de ser sombríos y preocupantes que
contempla entre otros, sofocar la pandemia sin que ésta termine de manera
definitiva.
• Un tema adicional será el de las elecciones, ya que serán
no Uno, sino Dos años de intensa actividad política, y sus distintas etapas, a
considerar y que tiene que ver además con la veda electoral.
Por Mario Ruiz Hernández
Naucalpan, Méx., diciembre del 2022.- Entramos prácticamente
a la última semana del 2022, con lo que es agostado el primer año de gestión de
la alcaldesa Angélica Moya Marín en Naucalpan.
En este lapso de tiempo hay de todo, avances y buenos resultados,
pero también rezagos de todo tipo que habrá que superar, para avanzar de manera
importante en distintos órdenes.
La expectativa que se tiene aún es alta, conscientes del
grave daño que arrastra la hacienda, y los agravios que, numerosos gobiernos han
dejado e impactado en las finanzas públicas.
El elevado endeudamiento público histórico sigue siendo un
lastre, y peor que cuando se pensó que no habría otro gobierno con grandes
irresponsabilidades, deudas, falta de pago a proveedores, trabajadores, el
despido de servidores públicos de la noche a la mañana, devastación del erario
público, la entrega de becas escolares incompletas como el de la ex alcaldesa priista,
Azucena Olivares, el de morena que encabezó Patricia Durán Reveles, en realidad
lo rebasó por completo, y su “peor pecado”, el no solventar salarios y
prestaciones de ley a la base laboral, entre otros males.
El incremento del pasivo público y privado, el
incumplimiento al también reembolso de servicios como la luz, el agua el ISR, y
tanta cosa, claro que merece una mención aparte.
Un gobierno que jamás logró estabilizarse, diversos
proyectos fallidos, la presunción de zonificar Naucalpan, crear estructuras
alternas a COPACIS y delegados e instrumentar, por si fuera poco, la figura de
“promotores de la ilegalidad” (SIC), no regulada en la normatividad vigente,
como verificadores.
Aunado a ello, el crear “Las Súper secretarías del Gobierno
Municipal”, es decir “puro chingón”, en la función pública que nunca lograron
elevar las condiciones y la calidad de vida de los Naucalpenses.
Naucalpan en el pasado periodo de gobierno, jamás logró
afianzarse y experimentó más de 56 cambios en las gerencia; tuvimos (4)
comisarios de seguridad pública, (4) directores en Desarrollo Social, (4)
Secretarios del ayuntamiento, en el jurídico (4)oficiales calificadores (5),
Desarrollo urbano (2), Desarrollo Económico (2), Gobierno (2), Medio Ambiente
(2), Contralores (2), Movilidad (2), Obras Públicas (2), Instituto del Deporte
(2), entre otros cambios en normatividad comercial y vía pública.
Por otra parte, destacar y claro que, para no seguir
culpando el pasado y retomar algo de eso, y nadie se enoje, los rescoldos del
gobierno panista de Olvera-Gálvez, el famoso helicóptero, la cuenta pública
2016, la tesorería, el acoso fiscal, los drones para el cobro de gravámenes por
un ente privado, los planes de incorporación territorial y los supuestos
Laboratorios Tecnológicos de la Industria Automotriz Ford.
En la actualidad y decirlo como es, los eminentes esfuerzos
en el aquí y el ahora a efecto de subsanar los agravios a Naucalpan, e ir
avanzando lentamente en cada uno de los déficits registrados.
Un año totalmente complicado en el que cada día surgieron
indistintos problemas y resultaron nuevos descubrimientos financieros, y
trabajar en un marco de referencia absolutamente difícil.
Sin embargo, poco o mucho se tuvieron resultados en la
conclusión de obras abandonadas, y otras que están en proceso en la presente
administración de la alcaldesa Angélica Moya.
Las perspectivas económicas al 2023 todavía de incertidumbre
al enfrentar aún escenarios sombríos y preocupantes que contempla sofocar la
pandemia de la Covid-19 sin que ésta termine de manera definitiva.
Un tema adicional será el de las elecciones, ya que serán no
Uno, sino Dos años de intensa actividad política, y sus distintas etapas, a
considerar y que tiene que ver además con la veda electoral.
La crisis de deuda pública y privada será prácticamente un
hecho, si no se prevén los escenarios financieros desde estos momentos,
cubriendo hasta dónde mayor se pueda los pasivos de todo tipo.
El desarrollo de infraestructura urbana será fundamental,
habrá que abatir el rezago en bacheo, en movilidad, conectividad y
accesibilidad en los distintos centros de población.
Importante serán los esfuerzos en la administración
tributaria, que impulsen la recaudación en impuestos, y posibiliten, además, la
creación de más unidades económicas sin tanta tramitología.
Naucalpan necesita fortalecer la recaudación sostenida y la
progresividad del sistema fiscal, alentando la mejora regulatoria y vigorizando
el gobierno digital, al momento de obviar hasta donde sea, la dependencia de
las trasferencias federales.
Los cimientos están dados para crecer y saldar pendientes,
realizar las pertinentes acciones entre recaudación y compromisos ineludibles
para satisfacer las necesidades presentes y futuras de la población.
Finalmente, disminuir las desigualdades en las poblaciones históricamente vulnerables, y diseñar políticas públicas de alto contenido social paras este grupo.
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