• México y el mundo atraviesan
por una crisis de emergencia ambiental, que no se ha reconocido
La Cámara de Diputados, a través
de la Secretaría General, la Secretaría de Servicios Parlamentarios y el Centro
de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), realizó el curso “Objetivos
de Desarrollo Sostenible (ODS) en el Poder Legislativo, Parte II”, impartido
por Miguel Núñez Cabañas Izquierdo, coordinador de la Red de Soluciones para el
Desarrollo Sostenible en México.
La encargada del despacho de la
Dirección General del CESOP, Hasuba Villa Bedolla, afirmó que este curso
encuentra su justificación a partir del reconocimiento que se hace en la Agenda
2030 sobre el significativo rol que tiene el Poder Legislativo en el cumplimiento
de los ODS
Al exponer el tema de medio
ambiente en los ODS, Cabañas Izquierdo resaltó que México y el mundo atraviesan
por una crisis de emergencia ambiental que nuestro país no ha reconocido como
tal, por lo que es urgente realizar cambios en los modelos de desarrollo,
“porque si no, la naturaleza nos va a cobrar la destrucción que le hemos
impuesto y las próximas generaciones nos van a culpar”.
Dijo que una de los principales
problemas ambientales de México en estos momentos es el del agua, por lo que la
Conagua emite alertas sobre las dificultades que genera el cambio climático en
el norte de la República mexicana y sur de Estados Unidos, ya que el Río
Colorado se vacía.
En este sentido, señaló que los
ODS son 17, pero tienen metas específicas y es donde se deben centrar las
políticas públicas, toda vez que el Objetivo 6, relativo al agua, menciona que
se debe lograr el acceso universal y equitativo a un precio accesible para
todos.
De igual forma, destacó Cabañas
Izquierdo, se debe lograr el acceso a servicios de saneamiento e higiene
adecuados y equitativos para todos, y poner fin a la defecación al aire libre,
mejorar la calidad del agua, reducir la contaminación y proteger los
ecosistemas, así como los bosques, montañas, humedales, ríos, acuíferos y
lagos.
Con base en ello, expuso que los
ODS ambientales exigen cambios estructurales, culturales, económicos, políticos
y sociales, es decir, reorientar las economías y la cultura depredadora del
medio ambiente, transformar sistemas alimentarios, energía y transporte,
impulsar la igualdad de género e inclusión, recuperar la biodiversidad y
detener el cambio climático.
Aludió a que las políticas
ambientales no deben considerarse algo distinto o separado de las políticas
públicas en general, o de desarrollo económico y social.
“Van juntas, desarrollo
económico y social, con preservación ambiental. Si es puro desarrollo económico
y social, se van a agotar los recursos, se va a contaminar todo, el agua, el
aire, los suelos, el subsuelo, los acuíferos, los ríos, los boques, las
costeras, como lamentablemente estamos viendo que ha ocurrido en muchos países,
incluyendo el nuestro”, señaló.
Por una parte, agregó,
estamos conscientes de que el desarrollo económico y social tiene que incluir
la variable ambiental, pues antes era, por así decirlo, gratis, por eso se
explotaron las minas, los bosques, los ríos, los lagos, los océanos, se amplió
la frontera agrícola y las ciudades, como si no existiera el costo ambiental,
la destrucción de los recursos naturales y del hábitat de las especies.
Indicó que para que el desarrollo sea sostenible se tienen que combinar políticas de desarrollo económico, social y ambiental, para estar conscientes de que estos tres aspectos destruyen al medio ambiente, y eso evidentemente hace que el desarrollo no sea sostenible.
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