• La Compositora Nubia Jaime Donjuan estuvo presente en este concierto donde se llevó a cabo el estreno de la versión orquestal de su danza Sahuaro, perteneciente a su Pequeña suite mexicana
El Teatro Manuel Doblado de León, Guanajuato, fue testigo del talento musical de 137 niñas, niños y adolescentes de todo el país que integran la Orquesta Sinfónica Infantil de México (OSIM), quienes bajo la batuta de Roberto Rentería Yrene evocaron los sonidos y colores de México, de la tradición musical rusa y la ópera italiana. Un programa en el que las y los integrantes de la OSIM fueron reconocidos por el público con aplausos y euforia de casi 600 personas que asistieron al primer concierto de su 32ª gira nacional, la cual estuvo enmarcada por la visita de la compositora sonorense Nubia Jaime Donjuan, autora de Sahuaro, una de las obras del repertorio 2024 de esta agrupación de selección nacional.
Antes de interpretar las primeras notas de esta presentación, el director artístico de la OSIM agradeció la presencia de infancias guanajuatenses que también dedican horas de estudio a la práctica musical colectiva en orquestas y coros comunitarios de la entidad, así como al Semillero Orquesta Sinfónica Comunitaria Jóvenes Líderes, que en esta ocasión tuvo una importante representación en la selección 2024 de la OSIM, con la participación de 15 niñas y niños originarios de este estado, quienes compartieron con el público las experiencias vividas durante el desarrollo de su campamento y sus expectativas para la gira número 32, con la que celebran 22 años de este programa socioformativo del Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM), institución de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.
El concierto inició con la interpretación de la Obertura La urraca ladrona, de Gioachino Rossini: una obra clásica de la ópera italiana cuya historia narra los enredos que persiguen a Ninetta, una pequeña sirvienta condenada a morir por robar una cuchara de plata, pero que finalmente se salva cuando se descubre que la verdadera ladrona es una urraca. En esta pieza musical, la energía y espíritu juguetón de las y los instrumentistas de la OSIM se pudo apreciar desde la primera nota que interpretaron para representar con sonidos los enredos provocados por esta ave.
La gran Pascua rusa, de Nikolai Rimsky-Korsakov, fue la segunda obra que interpretaron estos noveles músicos procedentes de 27 estados del país, quienes en esta edición 2024 de la OSIM arroparon a tres instrumentistas del Sistema Nacional de Educación Musical (SINEM) de Costa Rica, quienes se integraron a esta como parte de las colaboraciones multinacionales que surgen entre los países miembros del programa de cooperación internacional Iberorquestas Juveniles, adscrito a la Secretaría General Iberoamericana.
Casi a la mitad de esta presentación, los colores de México empezaron dibujarse a través del sonido y las notas interpretadas por la OSIM, que trasladó al público a la vida nocturna de los años 30 en la Ciudad de México, cuando Acerina y su danzonera acompañaban a los capitalinos a disfrutar la vida y a olvidar los dolores bailando, en un mítico lugar llamado El Salón México, que inspiró a Aaron Copland a componer una obra que describía “el ser del mexicano” y cómo era visto por el ojo de los extranjeros que en su mayoría han sido seducidos por el ambiente surrealista que envuelve al y a lo mexicano.
Bajo una línea ecléctica, la OSIM interpretó el Poema sinfónico Marfil, original de Gina Enríquez, una de las favoritas de la mayoría de los integrantes de la OSIM, quienes destacan la capacidad de la autora para narrar y evocar con música, momentos dramáticos y épicos en esta pieza que describe la grandeza de los elefantes y el peligro que vive esta especie animal por la cacería.
Kauyumari, de Gabriela Ortiz, también fue interpretada por la OSIM, que en este 2024 renovó su repertorio con la integración de obras musicales compuestas por mujeres mexicanas. Esta obra evoca la figura de Kauyumari ―venado azul―, personaje fundamental en la mitología y cosmovisión de los Wixárika, también conocidos como huicholes, quienes lo consideran un espíritu sagrado asociado con la prosperidad, el sustento y la conexión con sus ancestros.
Para cerrar este concierto, las y los instrumentistas de la OSIM ―23 de ellos procedentes de los Semilleros de música impulsados por el SNFM, a través del programa Cultura Comunitaria que encabeza la Secretaría de Cultura federal― interpretaron dos danzones: Sahuaro, tercer movimiento de la Pequeña suite mexicana de Nubia Jaime Donjuan, y el Danzón núm. 8 de Arturo Márquez; dos compositores sonorenses que a través de sus obras desvelan el rostro de México: Nubia Jaime, a través de su naturaleza, y Arturo Márquez a través del baile.
Al final del concierto, la compositora nacida en Hermosillo, Sonora expresó su satisfacción por que existan programas como la Orquesta Sinfónica Infantil de México. “Esto es lo que México necesita para crecer. Nunca había escuchado a la OSIM y fue muy grato escuchar a niñas y niños mexicanos con ese nivel musical. Además, escuchar el estreno orquestal de esta pieza fue muy lindo, ojalá que todo lo que envuelve a la OSIM llegué a todo el país, a mi estado, Sonora”, concluyó.
Después de esta visita a León, Guanajuato, la OSIM continuará sus presentaciones el jueves 1 de agosto, a las 19 horas, en la Sala de Conciertos del Complejo Ferrocarrilero Tres Centurias de Aguascalientes, Aguascalientes; el viernes 2, a las 19 horas, en el Teatro Obrero de Zamora, Michoacán; el sábado 3, a las 17 horas, en la Sala Felipe Villanueva de Toluca, Estado de México, y cerrará el domingo, a las 17 horas, en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México.
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