miércoles, 20 de noviembre de 2013

Un libro, una historia, dos libros… toda una vida. Miguel Ángel del Cid.

Un libro, una historia, dos libros… toda una vida. Miguel Ángel del Cid. Pocas veces se logra hacer una inmersión histórica con la simple lectura de dos libros, seguramente hay para mucho más, pero cuando la personalidad del autor aparece en ambas novelas -históricas y llenas de verdades- es sinónimo de que la realidad va más allá de la inventiva. Cayeron en mis manos, por azar o fortuna, Una historia secuestrada y Espíritu indomable, ambas de Salvador Ferrer i Paradeda. Distan mucho de ser las novelas del año, ni tan siquiera serán lecturas recomendadas por alguna librería reconocida –la lucha para entrar en ese mercado es algo indescriptible- aunque prevalece en cada página un sentimiento de lucha entre lo pasado y lo actual. Pocas cosas han cambiado. Sus personajes están llenos de sentimiento, las descripciones de los lugares donde ocurrieron son tema para discusiones y lo más importante, desmitifica lo que hasta ahora nos han explicado, enseñado y pasado por las narices. Iglesia y estado, de la mano, destruyeron algo más que una civilización. El estado por su afán de conquista y el querer esconder la realidad, la iglesia con el deseo de acumular más riqueza y poder. Cuando uno lee la verdad sobre quienes llegaron a tierras americanas –no los conquistadores enviados por una corona ávida de sangre- se pregunta ¿dónde está la realidad y dónde empieza la inventiva?, aunque siendo realistas, creo que la versión del libro de este aventurero de la historia se acerca mucho más a la realidad que la “prosa narrativa de asalariados” de la corona y de la iglesia. La España de hace 500 años era una nación empobrecida, desventurada y necesitaba crear algo nuevo para relanzarse, nada mejor que inventar mil héroes –inexistentes- mil sacrificados enseñando una doctrina errónea –cábalas de iglesia- y oponerse a todo lo que oliera a verdad. Los “asalariados de la prosa” dieron alas a su imaginación buscando lugares, nombres, actos y mentiras, para escribir una nueva historia y con ella crear hábitos infecundos, que todavía a día de hoy hay mucha gente que cree a pies juntillas. Los personajes que desfilan en la novela histórica nos llevan a encontrar una nueva brecha en la cual aposentarnos y dejar a un lado aquello que se escribió con la infortunada fortuna de la ignorancia. De la mano de los “inspirados de turno” se relató la mentira y como es lógico, la corona y la iglesia se tomaron dichas manos para caminar a lo largo de los siglos y dejarnos, hasta la fecha, un cúmulo de desvergonzadas falsedades para destapar. La lectura de Una historia secuestrada llevará a más de uno a poder abrir una nueva ventana y tirar lo que tanto daño ha hecho a la verdadera historia. Espíritu indomable es otra inmersión prohibida a lo que escondió el reino dominador. La esclavitud de los habitantes de África que desde siempre ha sido calificada como de segunda y el hallazgo de una nueva tierra de quienes llegaron a la fuerza hasta el continente americano. Una libertad que constó ensamblarla, pero dio sus resultados. Esclavos y nativos lucharon en pos de la libertad y junto con muchos criollos, sentaron las bases de todos los países que a lo largo de los años fueron creciendo en “la tierra de promisión”. En cada una de las novelas descubriremos a Salvador Ferrer i Paradeda, escondido o dando la cara, pero siempre su personalidad estará presente, demostrándonos que lo que fue o pudo ser, va siempre unido a un sueño… “La libertad”. Es hora de que abramos las puertas a la verdad y desenmascaremos la alianza –que todavía perdura- entre los gobernantes y la iglesia romana, es el momento de resarcirse y devolver la realidad a quien le corresponda, no a unos cuantos que se vistieron de héroes o santos para dar cuenta de lo que no querían y gestar un movimiento no exento de falacias. Recomendar una lectura es cosa difícil, cada uno de nosotros tenemos diferentes tendencias, pero recomendar abrir las páginas a la historia sí debe ser una obligación y estoy convencido que sorprenderá, enaltecerá ánimos, creará polémica, algunos tildarán de mentiras los escritos y otros de mentirosos a quienes escribieron la historia desde hace 500 años… todo es posible, pero indudablemente hay un valor añadido a ambas novelas… la inmersión aventurera de todo un personaje acomodado a un nuevo país, nuevas costumbres y un formato desigual.

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