2014: ¿un año oscuro? o la agenda de la rebelión

Conferencia de prensa para anunciar convocatoria al Congreso Popular enla Ciudad de México. Foto: Detalle video rev3.0 Miguel Alonso Rivera Bojórquez* Existe una estrategia nacional de diversas corrientes de izquierda, intelectuales, académicos, escritores y actores famosos que se han unido, con el propósito de detonar el malestar ciudadano contra lo que califican como la contrarreforma energética del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, entre otro reclamos de falta de bienestar público. Todo esto, evidentemente, no son acontecimientos aislados sino parten de un eje central que buscará empujar con fuerza una agenda de manifestaciones con el propósito de, como sus propios organizadores reconocen, "despertar una rebelión ciudadana". Este domingo 26 de enero, en la Revista Proceso, John M. Ackerman, columnista del diario La Jornada, académico e investigador mexicano, profesor de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sostuvo que 2014 se vislumbra como el año en que podría consolidarse la derrota de la izquierda o el momento en que se siembran las semillas para un nuevo amanecer. “Todo dependerá de la acción ciudadana”, aclara. También este domingo 26, casi dos meses después de su infarto, Andrés Manuel López Obrador encabezó la Asamblea Nacional de Morena que busca constituirse como partido político. Martí Bartres Guadarrama, presidente del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), cuya pluma de articulista ha figurado en diversos medios nacionales, entre ellos La Jornada, sostiene que se cumple sobradamente con los requisitos que demanda el IFE. MORENA busca consolidarse como instituto político enarbolando como una de sus principales banderas su lucha contra la reforma energética y el desarrollo de una gira nacional, que inició el 7 de enero en Yucatán, contra lo que señalan como un plan privatizador para entregar el petróleo a manos extranjeras. En su más reciente edición, la revista Nexos publicó en su portada "1994. El año oscuro", lo que hace pensar que 20 años después, 2014, ¿cómo será visto en retrospectiva dentro de la historia de México? El 23 de enero pasado se emitió una convocatoria ciudadana para la instalación de un Congreso Popular para revocar la Reforma Constitucional en materia energética. Se escogió el 5 de febrero por ser el día que en México se celebra la promulgación de la Constitución que actualmente rige al país, siendo ésta la máxima ley. Según Ackerman la Constitución de 1917 es el principal obstáculo para la consolidación de lo que califica como el proyecto del neoliberalismo autoritario. “Si bien la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no es de ninguna manera un documento perfecto, sigue siendo más un aliado que un adversario para las luchas populares. No es hora para llamar a un nuevo constituyente, una acción que en la coyuntura actual podría poner en riesgo importantes conquistas sociales, sino que es preciso organizamos para defender lo que todavía queda del legado de la gran Revolución Mexicana”, dice Ackerman en su artículo de este domingo. En tal contexto, más de ochenta figuras públicas de la academia, el periodismo, las artes y la sociedad civil lanzaron una convocatoria para que más ciudadanos se sumen al Congreso Popular para revocar la Reforma Constitucional en Reforma Energética y este lunes 27 de enero se llevó a cabo la conferencia de prensa en el Club de Periodistas “Filomeno Mata” en el Distrito Federal, para dar a conocer la convocatoria a todos los mexicanos. El viernes 31 de enero, convoca el PRD a la Magna marcha nacional y jornada de lucha contra la reforma energética. El martes 4 de febrero, se llevará a cabo la sesión de instalación del Congreso Popular y el 5 de febrero, mientras el Presidente Enrique Peña Nieto encabeza la ceremonia para conmemorar el Día de la Promulgación de la Constitución Mexicana tendrá lugar el primer acto oficial del Congreso Popular, usando como bandera el Aniversario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Julio Hernández López, autor de la columna “Astillero” de La Jornada, también es impulsor del Congreso Popular. Otra de esas 80 figuras es el multigalardonado Damián Alcázar, el actor mexicano que más Premios Ariel ha ganado. Famoso por ser protagonista de las películas La Ley de Herodes, Un Mundo Maravilloso, El Infierno, comedias satíricas sobre la desigualdad social, la corrupción y el narcotráfico en México, también se le recuerda en el Crimen del Padre Amaro, Satanás y Las Crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian. La lista de convocantes al Congreso Popular se nutre también de periodistas como Lydia Cacho, Guadalupe Lizárraga, San Juana Martínez, Virgilio Caballero y Ricardo Ravelo; los sacerdotes Raúl Vera y Alejandro Solalinde; el actor Daniel Gimenez-Cacho; los escritores Elena Poniatowska y Javier Sicilia; los caricaturistas, Rafael Barajas, Trino y Patricio; y en la lista de académicos aparecen Enrique Dussel, Hugo Aboites, Benjamin Arditi, Julio Bolvitnik, Massimo Modonessi, Alberto Betancourt, Irma Sandoval y el propio John Ackerman. Este movimiento va más allá y contempla “posibles acciones de resistencia civil pacífica para el próximo 18 de marzo en el marco del aniversario de la expropiación petrolera”. Ackerman sostiene que el Congreso Popular surge ante el derrumbe de la institucionalidad democrática y como un espacio para la defensa de nuestra Constitución, “como una de muchas iniciativas nuevas que tendrán que surgir desde la sociedad para abonar a la esperanza y ayudar a los ciudadanos a darse cuenta de su enorme poder y capacidad para influir en el devenir de la historia nacional”. La convocatoria señala que ha llegado la “hora de que la sociedad ejerza su poder de manera directa por medio de acciones coordinadas, pacíficas y contundentes, amparadas en el artículo 39 constitucional”, frente “a la ingobernabilidad generada por los gobiernos federal y estatales, la colusión del crimen organizado con la clase política y empresarial, la violencia y guerra contra las clases populares, la creciente impunidad, la violación abierta de nuestra Constitución y la abdicación de nuestra soberanía”. Al menos, el primer trimestre, la agenda de la rebelión está llena y apuesta por recuperar la soberanía popular. Una apuesta, sin duda, valiente y necesaria. *Vicepresidente del Colegio de Periodistas de Sinaloa TW: @Miguel_A_Rivera