jueves, 1 de mayo de 2014
México pone las reglas para abrir el sector energético a la inversión privada
La venta de gasolinas se abrirá gradualmente a la inversión privada y Pemex reducirá su aportación fiscal a menos de un 65%
SONIA CORONA.
Los secretarios de Hacienda y de Energía, Luis Videgaray y Pedro Joaquín Coldwell. / ALEX CRUZ (EFE)
El Gobierno de México ha entregado este miércoles su propuesta de leyes secundarias de Energía al Congreso para continuar con la apertura del sector energético a la inversión privada y extranjera. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ha enviado a la Cámara de Senadores una iniciativa para modificar 13 leyes y crear 8, para así establecer las reglas que permitirán que las empresas privadas ingresen al mercado energético del país por primera vez en más de 75 años.
Luis Videgaray, secretario de Hacienda y Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, detallaron en una extensa rueda de prensa los puntos que toca la propuesta presidencial y que serán discutidos en las próximas semanas en las dos cámaras del Congreso mexicano. Ambos secretarios destacaron que la iniciativa reafirma que los hidrocarburos seguirán siendo propiedad de la nación, pero que al mismo tiempo introduce la libre competencia al sector energético.
Aunque la reforma energética, aprobada en diciembre de 2013, abrió tanto la exploración, extracción, transformación, distribución y almacenaje de hidrocarburos a la iniciativa privada, la administración de Peña Nieto ha incluido en su propuesta la condición de que la venta de gasolinas por parte de compañías privadas se haga de forma gradual en los próximos años. El titular de Energía ha explicado que el 49% de las gasolinas que se venden en México son importadas y que el subsidio que estos combustibles mantienen actualmente en el país son “altamente regresivos”.
En una apuesta por una mayor transparencia para el sector energético, Joaquín Coldwell detalló que en el paquete de modificaciones a la leyes se propone que los contratos de licencia, producción y utilidad compartida, y servicios que el Estado mexicano celebre con las compañías privadas sean asignados a través de licitaciones públicas donde el ganador del contrato ofrezca las mejores condiciones económicas para el Estado mexicano. “Estos contratos transfieren los riesgos a las empresas pero bajo cláusulas con interés nacional”, apuntó el titular de Energía.
Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) serán dotados de autonomía presupuestal y de gestión. “Ha llegado la hora de que la Secretaría de Hacienda saque las manos de Pemex y CFE”, expresó el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. La propuesta presidencial va acompañada de la promesa de Vidagaray de reducir la carga fiscal que Pemex mantiene en un 79% de sus ganancias a contribuir con el fisco mexicano en menos de un 65%.
La ambiciosa reestructuración del régimen fiscal de Pemex, planteada por Videgaray, no sólo reduce la carga fiscal sobre la petrolera mexicana sino que implementa un sistema de financiamiento a través del Fondo Mexicano del Petróleo -creado en la reforma constitucional de diciembre de 2013-- donde la renta petrolera que sume un 4,7% del Producto Interno Bruto (PIB) irá al gasto corriente del Gobierno federal, mientras que los excedentes irán a una bolsa de ahorro que servirá para inversión en la petrolera mexicana.
Videgaray ha garantizado que el plan fiscal tendrá un tiempo estimado de transición de 10 años y que a pesar de que existan incentivos tributarios para las empresas que participen en el sector, Pemex estará en igualdad de condiciones con ellas. “Existe una dependencia relevante de los ingresos petroleros, esta transición busca que por un lado libere recursos y al mismo tiempo proteja el gasto del Estado mexicano”, explicó el titular de Hacienda. Las empresas interesadas en invertir en México harán un pago mínimo garantizado al obtener el contrato, después realizarán el pago por el contrato -que estará establecido en el proceso de licitación-- y finalmente aportarán el Impuesto Sobre la Renta (ISR) sobre sus utilidades.
Luego de que el Senado de Estados Unidos diera luz verde, en diciembre de 2013, a la explotación de yacimientos de hidrocarburos transfronterizos, el Gobierno mexicano ha establecido en estas mismas reglas que en los casos en los que se extraigan productos de la frontera marítima con Estados Unidos debe existir una participación obligatoria de Pemex del 20% como socio del proyecto. La presencia de la inversión mexicana también estará garantizada en las leyes secundarias de esta reforma energética que establece que debe existir un mínimo de 25% de participantes nacionales y que los proveedores de México tendrán preferencia sobre los extranjeros.
La propuesta del presidente Peña Nieto para las leyes secundarias de Energía llega a las manos de los legisladores el último día del periodo ordinario de sesiones del Congreso mexicano, y en medio de un atasco por la aprobación de la legislación complementaria en materia de Telecomunicaciones y Político-Electoral. La iniciativa energética será discutida en las próximas semanas en un periodo extraordinario que será convocado en las dos cámaras del Congreso.
La presentación de Videgaray y Coldwell ha coincidido también con la publicación de los resultados de Pemex durante el primer trimestre de 2014 que muestran una severa caída de 2.765 millones de dólares comparada con los 363 millones de dólares que perdió en el mismo periodo del año pasado. La petrolera mexicana ha atribuido esta baja al descenso en las ventas de combustóleo y las exportaciones de la mezcla mexicana de petróleo.
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