martes, 23 de septiembre de 2014
Peña Nieto pide en la ONU combatir la injusticia lacerante que sufren indígenas
Cecilia Téllez en Nueva York |
Tras admitir que la realidad de millones de indígenas es aún “lacerante”, el presidente Enrique Peña Nieto llamó a los gobiernos a trabajar por la desigualdad, la injusticia y la discriminación en contra de ellos.
“Las iniciativas de desarrollo de la ONU merecen la suma de las capacidades y experiencias de todos los países, porque solo juntos podemos hacer realidad el propósito de construir un mejor futuro para toda la humanidad”, señaló durante la Conferencia Mundial de los Pueblos Indígenas.
En su discurso, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon hizo énfasis en la importancia de actuar en función del apoyo a los pueblos indígenas con iniciativas concretas.
Abogó también por una participación más directa de los pueblos originarios en Naciones Unidas.
En su primera intervención en Naciones Unidas, ante jefes de Estado y de gobierno así como representantes de pueblos originarios de decenas de países, el presidente Peña Nieto subrayó que por convicción los mexicanos “seguiremos actuando con responsabilidad global al interior de este organismo internacional por ser la instancia que mejor representa la diversidad de las naciones y la aspiración compartida de paz, desarrollo y prosperidad para todos los pueblos del mundo”.
Ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon y del presidente de Bolivia, Evo Morales, Peña Nieto, refrendó el compromiso permanente de México con la protección y reconocimiento de los derechos y libertades de los pueblos originarios de todas las regiones y países del mundo.
Peña Nieto expresó el deseo de nuestro país para que las ideas que aquí se produzcan, a través de un documento conclusivo se traduzcan en beneficios concretos para los 5 mil pueblos indígenas que se estima existen en el mundo. “Tenemos que seguir trabajando juntos”.
Dejó en claro que para México, América Latina y el Caribe, “la cuestión indígena está en las raíces de nuestras identidades y nuestras circunstancias históricas, sociales y políticas. Lo señalo por la diversidad lingüística y el gran número de pueblos indígenas de América Latina y el Caribe, que representan una población cercana a las 45 millones de personas”.
Pero sobre todo, agregó, “por el compromiso y liderazgo de mujeres y hombres indígenas manifestado a lo largo de años a favor del reconocimiento, protección y promoción de sus derechos”.
Para México, dijo el presidente Peña Nieto, ha sido un gran honor contribuir a la preparación de esa conferencia mundial y a la negociación de su documento final. El gran propósito es lograr el ejercicio efectivo de los derechos de los pueblos indígenas en todas las naciones.
Se trata de un logró muy importante, resultado de un diálogo abierto, inclusivo y constructivo entre los estados miembros y las representaciones indígenas. Además se ha cuidado que sus recomendaciones estén en línea con la declaración de las Naciones Unidad sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, puntualizó.
Por ello, insistió en que México confía en que el documento final sea una hoja de ruta para reposicionarlo el tema indígena en la agenda internacional y dar un renovado impulso a las acciones de las Naciones Unidas en esta materia. La delegación mexicana valora la incorporación de varios de los planteamientos que presentó en favor de los indígenas del mundo.
Peña Nieto mencionó que en México, la Constitución reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación y, en consecuencia, a la autonomía para decidir sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural.
También reconoce su derecho a preservar y difundir su cultura, tradiciones y costumbres, en un entorno de igualdad y de no discriminación, agregó.
Además, refirió que para que los más de 15 millones de indígenas de México puedan ejercer plenamente estos derechos, el Estado cuenta con una política transversal enfocada al mejoramiento de su calidad de vida y a la generación de mayores oportunidades de desarrollo, con énfasis en que puedan mejorar su condición de pobreza.
Así, dijo, se rediseño y fortaleció el principal programa de combate a la pobreza, que atiende a más de seis millones de personas de origen indígena, aunque también se respalda con determinación su incorporación a la educación pública, a los servicios de salud y a una vivienda digna. Igualmente, se impulsa su acceso a la justicia, así como sus iniciativas para elevar la producción y comercialización de sus productos y artesanías, con un enfoque de sustentabilidad.
En cumplimiento de compromisos internacionales, el Ejecutivo mexicano puntualizó que se ha establecido diálogo respetuoso y directo con las comunidades para orientar políticas públicas y proyectos de infraestructura en sus áreas de influencia. Así se asegura que participen eficazmente en la definición de acciones que impulsen su desarrollo integral con pleno respeto a su libre determinación, confió.
PROPUESTAS PRESENTADAS POR MÉXICO
Que la agenda de desarrollo Post 2015 procure los derechos de los pueblos indígenas.
Que la participación de los pueblos originarios en los trabajos de la ONU sea bajo un estatus distinto al de organizaciones no gubernamentales.
Que se armonicen las leyes nacionales, siguiendo el espíritu de la declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en consulta con los pueblos, indígenas, pueda monitorear, evaluar y mejorar la aplicación de esta declaración en cada estado miembro.
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