domingo, 9 de noviembre de 2014

Vándalos queman puerta de Palacio Nacional

Integrantes de la marcha pidieron a los agresores frenar la violencia, al no haber respuesta de los encapuchados, desalojaron el Zócalo Lilian Hernández /Fotos: Quetzalli González
Las primeras agresiones a Palacio Nacional consistieron en hacer pintas.
No llegaban ni a 15, pero ese grupo de vándalos empañó la manifestación pacífica de miles de personas para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Durante una hora, los embozados causaron daños a la puerta principal de Palacio Nacional, así como a muros, ventanas y paredes. Prendieron fuego, lanzaron piedras y cohetones, hicieron pintas y golpearon la puerta con una de las vallas que resguardan el recinto donde despacha el Ejecutivo federal. Esos actos vandálicos opacaron y disolvieron el mitin que habían preparado estudiantes, familias y organizaciones civiles para manifestar su indignación y rechazo a la información que proporcionó la PGR el pasado viernes sobre el asesinato y calcinación de los que al parecer eran los 43 normalistas de Ayotzinapa. Por su parte, el gobierno federal señaló que no quedarán impunes esos hechos, que rompieron con la manifestación pacífica. 10 personas fueron las detenidas tras los hechos violentos de la noche de este sábado La marcha que inició a las 20:00 horas en las instalaciones de la PGR, ubicadas en Paseo de la Reforma, con dirección al Zócalo capitalino, transcurrió en calma, salvo algunas pintas que hizo ese mismo grupo de encapuchados. Al llegar a la Plaza de la Constitución, la camioneta con el audio se instaló frente a la entrada principal de Palacio Nacional para hacer un pronunciamiento político, pero al tiempo que una joven daba lectura al mensaje, un grupo de jóvenes con los rostros cubiertos derrumbaron las dos filas de vallas que protegen el recinto presidencial, para llegar hasta la puerta de madera. La joven que leía el pronunciamiento, interrumpió el discurso para llamar a la calma a los jóvenes que tumbaron la protección metálica, diciéndoles “no a la violencia”, “vamos a continuar con el mitin y no caigamos en actos violentos”, retumbó en las bocinas. Infiltrados Sin embargo, el grupo de vándalos hizo caso omiso al resto de los manifestantes que insistían en evitar el uso de la violencia, lo que llevó a que diferentes personas les gritaran que eran porros e infiltrados, porque eso no era parte de la protesta para exigir la aparición con vida de los estudiantes de la normal Raúl Isidro Burgos. De ese modo, lo que al inicio parecía un grupo enardecido que tumbó las vallas en el calor del reclamo y que no pasaría de ese hecho de coraje e indignación, se convirtió en un acto vandálico que duró alrededor de una hora y en el que tres veces intentaron prenderle fuego a la puerta principal de madera de Palacio Nacional, lo cual apenas prosperó ya que un sistema contra incendios frustró el atentado. Sin embargo, eso no evitó que el minúsculo grupo de encapuchados desistiera de aventar cohetones, bombas molotov y piedras que causaron un hoyo en la puerta que está debajo del palco presidencial, por donde aventaron más bombas molotov. Tras casi una hora de vandalismo, un elemento de guardias presidenciales llegó hasta la puerta donde estaban los encapuchados, quien en segundos corrió hacia la esquina de la calle de Corregidora, atrayendo al grupo de salvajes, quienes se toparon con elementos de la Policía Federal, que los replegó para recuperar la protección de Palacio Nacional antes de la medianoche. Autoridades federales y locales dieron a conocer la detención de diez personas, cinco policías locales heridos, cuatro elementos de guardias presidenciales y tres civiles con lesiones, en los hechos de anoche.

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