jueves, 11 de diciembre de 2014
Sobrecargos jubilados de Mexicana mantienen lucha por pensiones
ROSALÍA VERGARA
Plantón en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Foto: Benjamín Flores.
MÉXICO, D. F. (proceso).- Perdieron su patrimonio, les modificaron su nivel de vida, sus familias se desintegraron y alrededor de 10 personas han fallecido “por depresión” pues no tienen dinero para atender sus problemas de salud.
Son sobrecargos jubilados de la extinta Mexicana de Aviación que llevan año y medio en plantón en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Se trata de 700 pensionados, de los cuáles sólo dos literalmente viven en el campamento y alrededor de 10 personas hacen guardias o acompañan a Ana Cecilia Bertrand de la Torre y a Rogelio Martínez.
A la altura de la puerta 3 se ubicaba el espacio de Mexicana de Aviación. Antes repleto de pasajeros, ahora está lleno de pancartas que exigen justicia para los jubilados. Otras del SME, del sindicato de Bancomext y El Barzón solidarizándose con la causa. Una más de la Asociación de Jubilados y Trabajadores de Mexicana que dice: “Osorio Chong ordenó el pago de nuestras pensiones, exigimos su cumplimiento”. Cuatro mamparas con fotos de lo que fue Mexicana y dos personas resguardando el plantón.
Fausto Guerrero, presidente de la AJTIM, después de narrar la travesía de los trabajadores que en agosto de 2010, cuando Mexicana dejó de volar, estaban “en activo”, y ahora son pensionados, criticó al dirigente de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) –donde estaban sindicalizados–, Ricardo del Valle, porque los abandonó en su lucha por el cobro de 2 mil 530 millones de pesos que tenían en el Fondo para Jubilaciones y Despidos Anticipados que se creó en el año 2000.
“Nosotros nos vimos obligados a crear esta asociación civil con el fin de defender nuestros derechos, porque nosotros venimos de ASSA de México. Lamentablemente cuando te conviertes en jubilado pareciera que se pierde cierto interés por parte de los dirigentes y lo digo fuerte y claro: Ricardo del Valle nos ha abandonado en esta lucha”, afirmó en entrevista con Apro.
Por eso, decidieron buscar apoyo en otra agrupación y lo encontraron con el líder nacional de El Barzón Popular, Crescencio Morales y han trabajado juntos desde hace un año. El Barzón fue quien los apoyó el 6 de febrero pasado cuando los jubilados “tomaron” la Torre de Xola para obligar a la empresa darles dinero del fideicomiso y fue cuando la Secretaría de Gobernación obligó a la empresa a reabrirlo, nombrar un nuevo Comité Técnico e iniciar el pago de pensiones.
Primero les dieron un pago de 27 mil pesos; un respiro para quienes llevaban tres años desempleados o pensionados sin un peso para gastar. Después, en diciembre del año pasado, aprobaron otro pago de 13 mil 500 pesos por persona, “para que pasáramos la Navidad”. Y a la fecha no han recibido su pensión.
“Ahí le solicitamos en varias ocasiones a Ricardo del Valle que nos apoyara, que consiguiera todos los documentos necesarios para hacer una auditoría porque no era posible que hubiera pocos fondos en ese fideicomiso. Nunca nos hizo caso, nunca nos dio información, nunca nos apoyó”, criticó.
Así, los jubilados ordenaron una auditoría “que está en el punto final”, pero en resumen hubo omisiones en la información entregada por Mexicana a los auditores. Los resultados preliminares arrojaron que en 10 años sólo en tres ocasiones fondearon el fideicomiso, pero también se sustrajo dinero de manera ilegal, se realizaron dobles pagos a pensionados, cobraron personas fallecidas o liquidadas, entre otras irregularidades.
Fausto acusó al síndico de administración de la empresa, Ausencia Trujeque, de negarles la información para saber dónde quedó el dinero ahorrado durante 28 años laborales para la vejez. También acusó al banco Ibursa que también no proporciona datos sobre el fideicomiso que administró de octubre del 2002 a febrero de 2010.
Por eso, mandaron a hacer el estudio actuarial y el resultado debió ser de 2 mil 530 millones de pesos; pero el 6 de febrero pasado, cuando lo reabrieron, sólo tenía 76 millones de pesos, “3 por ciento de lo que debiera ser”.
Para Fausto, los jubilados son un tema de defraudación más en el caso Mexicana de Aviación.
Destacó que si de por sí durante el gobierno de Felipe Calderón la consigna era que Mexicana de Aviación no volviera a volar, en el actual gobierno de Enrique Peña Nieto también se ha hecho caso omiso a sus demandas.
Ya fueron a la Conducef con Mario Di Constanzo, quien se comprometió a intervenir en el asunto. Igual con la titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles, a quien le solicitaron los declarara “grupo vulnerable”, pero nada sucedió.
Así, Fausto lanzó un llamado al presidente Enrique Peña Nieto para que intervenga en este asunto porque la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) los ha apoyado, pero no les ha resuelto el problema. Recordó que el 13 de agosto pasado, durante 15 días de plantón, la dependencia se comprometió a que les pagarían su jubilación de los talleres MRO o a través de recursos federales, pero a la fecha no les han pagado su jubilación.
“Dicen que quizá para el otro año. Ahorita no tenemos para llevar ni un bolillo para esta Navidad”, señaló con una voz llena de tristeza.
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