• Confían ediles en tener un diagnóstico completo sobre la situación jurídica que enfrenta el ayuntamiento.
• Por otra parte, vecinos de fraccionamientos urbanos residenciales demandan un alto a la apertura de centros de vicio.
Por Mario Ruiz Hernández
De los graves daños dejados a la administración municipal en los que habrá que atender de manera inmediata la alcaldesa sustituta de Naucalpan, Claudia Oyoque Ortíz, será el de las nóminas, entre otros males al exterior y que tienen que ver con los negocios del vicio. Asimismo, tener en sus manos la truculenta realidad que la gerencia enfrenta, respecto a los sinnúmero de juicios administrativos en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TRICA), en su Sala Regional y Sala Superior, en donde se sabe de manera extraoficial de más de 500 demandas y cubrir en laudos y sentencias, montos que se estima a más de los 900 millones de pesos. Dichos asuntos en sus distintas etapas, incluso históricas podrían ir a más circulante a propósito de pagar los débitos de proveedores y prestadores de servicios, y que creo que la alcaldesa sustituta, Claudia Oyoque Ortíz, “abrió la caja de pandora” de manera valiente, sabedora del enorme reto que implica resarcir los daños en esta materia. Empero además, y que hay que decirlo como es-la voluntad expresa del cabildo en apoyar, como tampoco se había hecho en este mismo periodo de gobierno, a la munícipe es este conflicto, en tanto de conceder unánimemente el beneficio de la duda, al nuevo director del jurídico, Raúl Romero Colín- a quien le encargaron un inventario de la situación de manera urgente. Resaltar, el cabildeo y sobre todo la atención a regidores de parte del secretario del ayuntamiento, Miguel Ángel Rubín Suárez, para sacar el asunto diríamos “planchadito”, y que fue reconocido por propios ediles. Antes, comunicábamos de los altos salarios destinados a funcionarios según del primer nivel y de todo el gasto corriente que fluye en la administración, la cual es mucho más que el consignado a la obra pública que, quizá aparentemente sea normal, pero lacerante para una administración en crisis financiera. Derivado de lo anterior, y al margen de los descuentos de entre los dos mil y tres mil pesos a empleados de confianza, por los recurrentes retardos a efecto de ajustar salarios, y dentro de la misma tónica, despejar los altos pagos a “aviadores”, y a numerosas muchachitas, que cobran sin trabajar asignadas a cuantiosas direcciones. Conocemos que, el asunto de los dineros en verdad que llaman la atención, debido a la elevada carga de trabajadores que laboran aparte, en los organismos descentralizados como OAPAS, Los Institutos Municipales de la Mujer, Juventud y de Cultura Física y Deporte, asentando una burocracia que en estos momentos es ya insostenible. Por otra parte, en relación a la apertura de centros justamente del vicio, igual de la noche a la mañana han aparecido esos giros como el de “La Diana La Cazadora”, en el recodo vial de Echegaray, aun costado del Vips y que generó la irritación vecinal de los residentes de la zona. Así también, la reapertura de chelerías en las inmediaciones de la FES Acatlán; los medianos y grandes antros en los Centros Comerciales de la Cúspide y de la Zona Roja de Ciudad Satélite. De acuerdo a los testimonios de propios parroquianos e incluso de habitantes de fraccionamientos urbanos residenciales, revelan que estos lugares con frecuencia son visitados por funcionarios municipales, quienes no dejan de ofrecer tan ridículos espectáculos durante su estancia y salida. La preocupación latente, es que continúen abriéndose más y más negocios de este tipo, en el denominado “Año de Hidalgo”, y dejar que a consecuencia de los mismos aumente la incidencia delictiva, que en el último bimestre de este 2015, creció alarmantemente.
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