La ciencia contra el narco

LA CRÓNICA Para atacar al narcotráfico y sus células delincuenciales se puede utilizar la ciencia mediante el estudio de redes complejas, una área de investigación reciente que ya se analiza en otras partes del mundo para contrarrestar fenómenos como el terrorismo y otras prácticas ilegales.

Un ejemplo experimental claro de esto fue llevado a cabo por investigadores encabezados por Peter Sloot, profesor de ciencias computacionales de la Universidad de Ámsterdam, y la policía holandesa. Con con datos reales de la policía, Sloot elaboró un modelo computacional de redes complejas para entender mejor la operación e interacción de una red de marihuana en el país europeo. En este modelo se analizó la red de producción y sus diferentes actores, así como el tamaño de los nodos, determinados por el número de personas dedicadas a una tarea específica: coordinador (un capo, por ejemplo), distribuidor internacional, transporte, cultivadores y cuidadores de cultivos e incluso de los encargados del manejo clandestino de la electricidad utilizada en las granjas donde se planta la marihuana. A este entramado se le ha llamado “red oscura”, puesto que se mantiene secretas y al margen de la identidad pública. El estudio The Relative Ineffectiveness of Criminal Network Disruption, publicado en Scientific Reports de Nature, busca responder el nombre mismo del artículo: Por qué es tan complicada la disrupción de las redes criminales. En el artículo los investigadores detallan cómo, a diferencia de lo pensado regularmente, los ataques dirigidos no debilitan del todo a las redes criminales e incluso pueden volverlas más fuertes. “¿Qué ocurre en México, por ejemplo, cada vez que agarran a un capo? No cambian las cosas, y si bien puede haber arrestos importan tes aún así no se puede desarticular la red”, señala José Luis Mateos, investigador del Instituto de Física de la UNAM y especialista en física estadística y sistemas complejos. El artículo apunta que, al eliminar los súper nodos de la red estos son reemplazados por nuevos y se vuelve a ordenar. En nuestro país, menciona el físico, los capos del narcotráfico son igualmente reemplazados e incluso hay una lista de espera de quienes quieren tomar las posiciones de mando. OBJETIVO: ESPECIALISTAS. En el estudio neerlandés los investigadores concluyen, entre otras cosas, que para hacer más eficiente el combate a las redes criminales se debe eliminar a los “especialistas”: como el electricista en Ámsterdam que roba luz clandestinamente para iluminar las granjas donde se planta la marihuana. “Es una idea novedosa: atacar los puntos de la red más difíciles de reemplazar. No sólo es conseguir un sustituto, sino que debe ser cómplice de una red criminal que no puede actuar con normalidad”, dice Mateos. Añade que modelos como los de Sloot pueden ser muy teóricos, pero si se alimentan con datos reales y se realiza un trabajo con expertos en inteligencia, juristas y policía, se obtiene una combinación exitosa para comprender la complejidad de estas redes del crimen organizado. “Se requiere tanto de la parte académica con datos reales de la policía e inteligencia o, de lo contrario, el modelo arrojaría datos irreales y no nos llevaría lejos. Además, otro objetivo es obtener conclusiones que no sean obvias”. Si bien el caso holandés es la primera experiencia con este tipo de modelos, la ciencia de redes complejas también es relativamente nueva, dice el mexicano, pero este nuevo enfoque es algo que ya se estudia, aunque insípidamente, en EU y Europa, el cual México podría explorar para resolver nuestros problemas de seguridad relacionados con el crimen organizado y el narcotráfico. “En nuestro país es un tema muy nuevo y no hay nada que se investigue, pero existen muchos interesados en el problema por lo que podemos utilizar esta herramienta para tratar de atacar mejor el problema del narcotráfico en México”. El departamento de Sistemas Complejos de su instituto, por ejemplo, podría colaborar con otros actores para realizar un proyecto e incluso podría ser un tema de investigación para el Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM. “El centro no aborda estos temas, pero podemos empezar a desarrollarlos enseguida, si bien con expertos en ciencias, también con miembros de los sistemas de seguridad del país”. https://www.youtube.com/watch?v=ZbFGrq9mWmU