sábado, 18 de julio de 2015
Nombran sin orden calles de la Ciudad de México
EXCELSIOR Centenares de nombres de calles en la Ciudad de México están duplicados, otras vialidades carecen de placas para la ubicación e identificación, unas lucen deterioradas o poco visibles y en algunos casos, la nomenclatura roza en “lo ridículo” y la comunidad no se siente identificada.
Hay casi 650 calles con el nombre de Hidalgo, cerca de 600 con Morelos y 438 llamadas Guerrero.
Según la diputada local Miriam Saldaña, el gobierno capitalino produce aproximadamente 11 mil placas anuales, mientras que la demanda rebasa las 40 mil, por lo que hay un déficit de 29 mil placas de nomenclatura que han sido destruidas o se encuentran en mal estado.
La asambleísta propone que los capitalinos participen en la elección de la nomenclatura de calles y espacios públicos de la capital.
"La participación ciudadana debe ser valorada y hacer posible su intervención de manera activa en ciertos asuntos, como es el caso de la asignación de nomenclaturas; el cual obedece al derecho a la libertad de expresión, para opinar sobre los asuntos que puedan afectar o beneficiar a las y los capitalinos”, dijo.
Saldaña comentó que los nombres de calles se han elegido de acuerdo a las ideas que prevalecían en la época de su fundación, a veces “sin obedecer a ningún principio racional, por eso existen nombres caprichosos y en algunos casos sin sentido”.
Algunos casos son: La Goma, en la delegación Iztacalco; Cañito, en Azcapotzalco; Siempre viva, en Coyoacán; Matapulgas, Salsipuedes, Airepuro y Sismo, en Tlalpan; Tiro al Pichón, en Benito Juárez; Callejón del Trancazo, en Gustavo A. Madero; Mar de la crisis, entre las calles Océano de las tempestades y Mar de las lluvias, ubicadas en Tláhuac.
La cerrada Juan sin miedo, en Álvaro Obregón; Alcantarilla, en Magdalena Contreras; Batalla de Naco y Batalla de ojitos, en Iztapalapa; el Callejón de la Vaquita y Pescaditos, en Cuauhtémoc.
Y en los municipios vecinos de Tlalnepantla y Nezahualcóyotl, Estado de México, no se quedan atrás, figuran Zopilote mojado y Balcón de los edecanes.
A través de un punto de acuerdo que fue enviado a comisión, la legisladora petista solicita a la Consejería Jurídica y de Servicios Legales y la Comisión de Nomenclaturas capitalina, modificar el “Reglamento para el Ordenamiento del Paisaje urbano del DF” e incorporar la consulta ciudadana en la asignación o modificación de nombres y números de calles, avenidas, colonias, fraccionamientos, parques, plazas y predios así como para la colocación de placas conmemorativas y nomenclaturas.
La Comisión, conformada en 1998, trabaja de manera coordinada con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) y la conforma un consejo en el que también está el jefe de Gobierno.
Es la encargada de proponer y autorizar nomenclaturas y modificaciones, además de realizar investigaciones y estudios sobre el tema.
El año pasado, vecinos de Polanco, en Miguel Hidalgo propusieron a las autoridades que cambiaran el nombre de la calle Tres Picos y le pusieran Octavio Paz, con motivo del centenario del natalicio del poeta y premio Nobel mexicano. Desde 2000 no se realiza un cambio de nomenclatura en esta delegación.
INICIATIVA, CONGELADA MÁS DE 10 AÑOS
En la tercera Legislatura de la Asamblea (ALDF) se presentó una propuesta para mejorar la nomenclatura y números oficiales de las calles de la ciudad.
En 2013, el actual diputado del PAN César Daniel González Madruga retomó el tema y dio a conocer la Ley de Nomenclatura, numeración oficial y placas conmemorativas, pero prácticamente la mandaron a la congeladora.
Establece normar la numeración oficial de la ciudad tomando en cuenta a la Comisión de Nomenclatura ya existente, pero con nuevas facultades y criterios.
Habla de crear un Comité Delegacional de Nomenclatura y Numeración Oficial para cada demarcación.
El panista de la VI Legislatura establece en su propuesta los criterios que regirán la asignación de nomenclatura, como el coincidir con el contexto histórico, cultural o geográfico de la ciudad, que los nombres sean cortos y de fácil pronunciación.
De preferencia que no se asignen nombres de personas vivas ni de partidos, asociaciones religiosas y empresas privadas.
SIGUEN PESE A CRÍTICAS
Entre los nombres más comunes de las calles de la Ciudad de México están los de expresidentes de la República.
Tan sólo de Luis Echeverría hay 39 vialidades, y en 2007 la Asamblea Legislativa (ALDF) exhortó a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) a eliminarlo de la nomenclatura oficial, según un punto de acuerdo presentado por un perredista, por considerarlo “un genocida” por la matanza estudiantil de 1968. La dependencia local analizó el caso, pero no hizo cambios.
De José López Portillo hay cerca de 15 calles con su nombre y todas están en la delegación Iztapalapa, unas más en Milpa Alta y en Tláhuac.
Adolfo López Mateos figura en Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Álvaro Obregón y Benito Juárez. El expresidente Adolfo Ruiz Cortines, en Iztapalapa y Gustavo A. Madero. En Álvaro Obregón se distinguió a Gustavo Díaz Ordaz.
Siguiendo con los políticos priistas, pero no expresidentes, quien fuera jefe del Departamento del DF en 1976, Carlos Hank González, tiene sus avenidas en Iztapalapa y Gustavo A. Madero; Luis Donaldo Colosio, el asesinado excandidato a la Presidencia, fue homenajeado en Xochimilco, Magdalena Contreras e Iztapalapa.
A diferencia de otras entidades del país, en la Ciudad de México las calles no llevan nombres de actores políticos de las últimas décadas, ningún delegado, diputado o jefe de Gobierno “tiene su calle”.
Lo más cercano a “una distinción” de este tipo es la referencia que se hace a un exmandatario local del PRD, en un convoy del Metro de la polémica Línea 12.
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano recibió en 2012 el honor de que el vagón número uno de la Línea Dorada fuera bautizado con su nombre y éste se lee en el cristal frontal.
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