miércoles, 5 de agosto de 2015

Bordo Poniente, de tiradero a suelo fértil

LA CRÓNICA Trabajadores de la Secretaría de Obras del Distrito Federal e investigadores fabricaron una composta para lograr que cualquier suelo sea fértil para sembrar. El producto fue probado con éxito en el Bordo Poniente, uno de los tiraderos más grandes del mundo, el cual fue cerrado en el 2011.
Desde hace un año, los expertos colocaron semillas de varias frutas y verduras en un huerto construido en el Bordo Poniente para observar si podían crecer. Después de unos meses, cosecharon melón, pepino, chile serrano, cilantro, col, espinaca, haba, acayote (un tipo de frijol), sandía, nopal, tunas, maíz, alpiste, calabaza, rábanos y cempasúchil. Los trabajadores hicieron el experimento en un total de dos mil metros cuadrados, bajo el cuidado de 10 personas, quienes durante un año regaron todos los días el huerto con agua potable para evitar contagiar a los alimentos de microorganismos, explicó Ricardo Núñez, uno de los coordinadores del experimento. Ya maduros, los frutos fueron enviados a un laboratorio para que se determinara si eran aptos o no para el consumo. Si bien hasta el momento se ha demostrado que los alimentos no son nocivos para la salud, las pruebas aún no concluyen, ya que se harán en todos los alimentos cosechados. La principal teoría de la investigación es que la composta puede convertir cualquier suelo en fértil y esto se ha probado con varios tipos de semillas. Actualmente, por ejemplo, el grupo de investigadores ha sembrado brócoli y coliflor y está a la espera de obtener resultados. La composta, fabricada por investigadores de la dependencia, está conformada por más de mil 500 toneladas de residuos orgánicos que se recolectan todos los días en el Distrito Federal, entre ellos, árboles de Navidad. Su elaboración ayuda a la absorción y retención de agua, reduce la erosión, apoya el reciclado de nutrientes y enriquecimiento de la fertilidad del suelo en sustitución de fertilizantes químicos. De acuerdo con los expertos de la dependencia, el abono está libre de coliformes fecales, clostridum tetani y salmonella sp, principales causantes de infecciones estomacales. La utilización de la composta ha sido probada formalmente desde hace tres años por agricultores de Milpa Alta. En el arranque del proyecto, sólo 15 agricultores participaron, pero al paso del tiempo se han acercado hasta 500 para usar el abono orgánico. La idea es poner en venta el abono a un precio menor al que actualmente se vende en el mercado, cuyo costo oscila en 700 pesos el kilogramo. Pero el huerto ha tenido otros alcances: mejores condiciones en el ecosistema. La limpieza de zonas que antes estaban invadidas de basura han erradicado la fauna nociva, portadora de enfermedades entre animales y seres humanos, indicó Joaquín Díaz, uno de los investigadores. PROCEDIMIENTO. Para fabricar el material orgánico es necesario que pase por varias etapas. Cuando los camiones con residuos orgánicos llegan al Bordo Poniente, es separado nuevamente, ya que la poda, es decir, los restos de madera, es sometida a un procedimiento específico. Los pedazos de madera y astillas son molidos para después mezclarse con el resto de los residuos orgánicos, los cuales fueron revisados anticipadamente para evitar la combinación con otros materiales. Posteriormente, el material es colocado en taludes, conocidos como “pilas”, los cuales son oxigenados por una máquina para que los residuos se mantengan en mejores condiciones.

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