Educación requiere ser de caliadad, universal y gratuita

LA CRÓNICA Las ciencias pueden ayudar a la democracia del país y la mejor manera de hacerlo es con su contribución para disminuir o de plano eliminar la pobreza: terminar con la brecha entre ricos y pobres. A los científicos les interesa un México global, “no pensamos en una ciudad o sector de la población, pensamos en toda la nación, donde podamos tener una vida digna”, asegura Eusebio Juaristi Cosío.

El doctor en Química por la Universidad de Carolina del Norte y considerado uno de los líderes mundiales en el estudio del efecto anomérico, en entrevista reflexiona sobre la importancia de la innovación y desarrollo de las ciencias y señala que “México no puede seguir adquiriendo tecnología de otros países a precios muy altos, sería mejor que vayamos desarrollando para no seguir con esta dependencia”. Durante la plática, el integrante de El Colegio Nacional y del Departamento de Química del Cinvestav habla de otro aspecto importante: la difusión de las ciencias. Dice que hay que buscar las estrategias para que llegue a más jóvenes, pero fundamentalmente que esta actividad sea de interés para los gobernantes y, en particular, para el Secretario de Educación Pública. —Hoy las ciencias y tecnología avanzan de manera muy rápida, ¿cómo está el país en este proceso? —Por un lado, es sorprendente la velocidad que avanzan la ciencia y tecnología. A veces digo cómo será el mundo, cómo vivirá la gente, ya no digamos en 100 años, sino en 20. Cómo se van a comunicar y cómo se conservará toda esta información. Se avanza vertiginosamente y no puede ser que México tenga que estar adquiriendo tecnología y desarrollos de otros países a precios muy altos. —¿Tendríamos una dependencia mayor? —¡Claro! Lo vivimos hace poco. En la epidemia de influenza estábamos preocupados y dependíamos de otros países. El Tamiflu lo importamos. Y esa gran dependencia nos debilita en varias formas: desde el punto de vista económico y también desde la autoestima. México como país debe procurar ser uno de los mejores del mundo y si lo han como China y Corea del Sur, nosotros podemos y seríamos menos dependientes. Para esto, tenemos una ventaja: hay mucha gente joven y como decimos, hay mucha tela de dónde cortar. Son jóvenes y niños que están ávidos por aprender, desarrollarse y pueden contribuir a que México sea un gran país. Entonces, hay que aprovechar este potencial y para esto el gobierno debe proporcionar los instrumentos, es decir, las escuelas, los centros de investigación y facilidades para hacer investigación. —¿Para formar a los niños y jóvenes hace falta una mejor difusión de las ciencias? —Aquí, tomo el ejemplo de El Colegio Nacional. Uno de sus objetivos es difundir las ciencias y sus avances en México. Entonces creo que se pueden buscar estrategias que permitan esa difusión y lo principal es que esta actividad debe ser de interés para los gobernantes y, en particular, para el secretario de Educación Pública. Pero falta mucha labor en ese sentido. Acabo de regresar de dar conferencias en Aguascalientes y Veracruz y no me lo va a creer, pero las personas que me invitaron ni siquiera estuvieron presentes en las pláticas. Eso muestra su falta de interés. Las autoridades tienen el compromiso de organizar eventos, pero una vez que lo hacen, no tienen la atención o el interés por acompañar a los conferencistas.