Transparencia Presupuestaria en México

Por Arlen Jaime Merlos Ante las bajas expectativas del crecimiento económico en el país y de menores ingresos del petróleo y menor producción petrolera, el gobierno federal anunció recortes en el Presupuesto de Egresos de 2016, principalmente en los rubros de educación, cultura y salud. Bajo este contexto, la transparencia presupuestaria se vuelve un tema primordial; más aún, cuando la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, presentó ante el Congreso, la Iniciativa de Ley de Ingresos y el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación correspondiente al año 2016, que en días próximos se estará analizando, discutiendo y aprobando. El pasado 9 de septiembre, el Centro de Investigaciones FUNDAR, presentó los resultados del “OBI” Open Budget Index o Índice de Presupuesto Abierto, que es una calificación que mide el nivel de transparencia presupuestaria que tienen los gobiernos, es decir, que tanta información dan de cómo y en que se gastan los recursos públicos, de su deuda, y el nivel de participación ciudadana sobre las decisiones y acciones del gobierno, que tendría como objeto reducir la opacidad y la corrupción. En términos generales, es una herramienta que permite tener un parámetro internacional para medir la trasparencia presupuestaria de 102 países. La calificación que obtuvo México este año, fue de 66 puntos en una escala del 1 al 100, midiendo así, que tanta información da el gobierno mexicano a nivel federal de sus ingresos, sus gastos, de la deuda y de sus decisiones de finanzas públicas. Un elemento importante de nombrar es la recomendación dada a México para que amplíe la participación ciudadana en la elaboración y discusión del presupuesto, en concreto, el garantizar espacios formales para la participación en el ciclo presupuestario y la posibilidad de monitorear como se ejercen los recursos públicos que al final los aportan los ciudadanos, lo que implica, un largo camino por recorrer, ya que hay una falla importante al hacer que la información disponible sea detallada y comprensible para la sociedad. Lo anterior, tomando en cuenta que la transparencia es el ingrediente fundamental en el proceso de rendición de cuentas, es por ello, que adquiere mayor relevancia en el ámbito público de una sociedad, más aún, cuando se trata de transparentar el presupuesto, un pilar medular de la política de un gobierno. Por lo tanto, es de suma importancia la participación ciudadana en estos temas, a través de la promoción del análisis y el debate para una mejor comprensión sencilla y eficaz del futuro económico de nuestro país del año 2016.