viernes, 30 de octubre de 2015

México sin una auténtica política de gobierno abierto, a cuatro años de su incorporación a la AGA

Por Arlen Jaime Merlos Del 27 al 29 de octubre, México fue sede de la Cumbre Global de la Alianza para el Gobierno Abierto de la cual forma parte desde 2011. Esta Alianza, es un mecanismo de compromisos internacionales para que los gobiernos que forman parte, lleven a cabo planes de acción que contribuyan a la transparencia, acceso a la información, rendición de cuentas, participación ciudadana e innovación tecnológica, con el fin principal de combatir la corrupción y fortalecer la gobernanza. Es importante mencionar que en octubre de 2013, México asumió la Co-Presidencia de la Alianza para el Gobierno Abierto y diseñó el Plan de Acción 2013-2015 conformado por 26 compromisos, los cuales tienen como fin avanzar en la construcción de un México de gobierno abierto. Y hoy a 4 años de adherirse a esta Alianza debemos preguntarnos si efectivamente, México cuenta con un modelo de Gobernanza de Gobierno Abierto que impacte de manera positiva en la vida de los mexicanos. No debemos olvidar que de acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción 2014, elaborado por Transparencia Internacional, México ocupó el lugar 103 de 175 países, ubicándose así entre los países más corruptos. No obstante, durante el desarrollo de la Cumbre, México reportó grandes avances en los compromisos de la Alianza; sin embargo, 191 organizaciones de la sociedad civil mexicana e internacionales suscribieron un comunicado que se presentó en el desarrollo de la Cumbre y en el que destacaron la inconsistencia de los avances en la materia, al referir que el gobierno mexicano se caracteriza por su opacidad, falta de diálogo, impunidad y violaciones a los derechos humanos. Es por ello, que resulta inviable hablar de una auténtica política de Gobierno Abierto en el país. Resulta importante destacar que en el marco de la Cumbre, cada uno de los 66 países que conforman la Alianza, reportaron los avance de sus compromisos, sin olvidar que un Mecanismo de Reporte Independiente (MRI) supervisa cada 2 años el cumplimiento de los compromisos y su impacto en cada país. Para México en este caso, los investigadores del Centro de Contraloría Social y Estudios de la Construcción Democrática (CCS-CIESAS) realizaron un informe independiente sobre los avances de México en la Alianza para el Gobierno Abierto; concluyendo que en el país se requieren reformas para reducir los riesgos de discrecionalidad y los conflictos de interés, y recomienda una política gubernamental amplia de gobierno abierto para enfrentar la corrupción en altos niveles de gobierno, tanto en el ámbito federal como el estatal. Por otra parte, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), aseguró que para avanzar en los indicadores de transparencia resulta insuficiente si no están reflejados en mejorar la vida de la población y si se carece de acceso a la justicia. Hoy en día, debemos entender que la transparencia y la rendición de cuentas son pilares fundamentales de un Gobierno Abierto, siendo éste un mecanismo idóneo para avanzar en un estado democrático. Retomando a Norberto Bobbio, debemos entender que la democracia se puede definir de muchas maneras, pero no hay definición que pueda excluir de sus connotados la visibilidad o transparencia del poder.

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