jueves, 3 de diciembre de 2015

El Estado que guarda la Nación, a tres años de gestión de EPN

Por Arlen Jaime Merlos El pasado 1º de diciembre se cumplieron tres años del inicio de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, es decir, la primera mitad del sexenio. Ésta es una oportunidad para emitir una opinión del estado que guarda la nación. Recordemos por un momento los acontecimientos más importantes que se han destacado en esta administración. Sin duda, los hechos sucedidos el 26 de septiembre de 2014 en el estado de Guerrero marcaron la administración del presidente Peña Nieto, la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa quedará como la muestra latente de las violaciones graves a los derechos humanos o delitos de lessa humanidad en la historia de nuestro país, sin ignorar la verdad histórica del Procurador en turno y las lamentables declaraciones del presidente meses después pidiendo a la ciudadanía “superar ese momento de dolor”. Y que decir de las ejecuciones realizadas por militares en el de municipio de Tlatlaya, Estado de México el 30 de junio de 2014. Hechos que ubicaron a nuestro país ante los reflectores internacionales por la grave crisis de derechos humanos que se vive, caracterizada por extrema inseguridad y violencia, las violaciones a los derechos humanos, especialmente en las desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales y tortura, aunado a los niveles críticos de impunidad; dejado como resultado el colapso político e institucional de esta administración. Por otro lado, destacan las bajas expectativas de crecimiento económico y el combate a la pobreza y la desigualdad; de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares dados a conocer por el INEGI en el mes de agosto y del último informe del CONEVAL, 55.3 millones de personas viven en situación de pobreza, de los cuáles 11.4 millones, se encuentran en condiciones de pobreza extrema; aunado a los bajos precios del petróleo a nivel mundial, la baja producción petrolera nacional. Cómo podría evaluar la sociedad esta primera mitad del sexenio, sí en el país se vive una profunda crisis de confianza en las instituciones, a raíz de múltiples incidentes de corrupción, de opacidad y de impunidad que sólo han provocado un profundo descontento social. Recordemos las disculpas ofrecidas por el presidente a quienes resultaron ofendidos tras el informe presentado por el Secretario de la Función Pública en el cuál lo exoneró del conflicto de interés por la compra de la llamada “casa blanca”. Sin olvidar, la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, del penal de alta seguridad, que solo nos mostró la debilidad del Estado de derecho y los altos índices de corrupción en el sistema penitenciario de nuestro país. Por otro lado, que decir sobre la opacidad con la que el Gobierno Federal, llevó a cabo las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (ATP) a espaldas de la opinión pública y que México contempla firmar en febrero de 2016. A tres años de gobierno del presidente, podemos concluir que los resultados que se han tenido son un bajo crecimiento económico, un contexto internacional adverso, mayor impunidad, corrupción, amenazas de privatización, pobreza, desigualdad, nuevos compromisos ante actores internacionales con el ATP que subordina la economía nacional, una grave crisis de derechos humanos que no termina, el incremento de la inseguridad, la baja producción petrolera y una gran disminución del precio del petróleo. Pero sobretodo con una enorme desaprobación ciudadana de la gestión gubernamental actual, a lo que le llama Sergio Sarmiento “el Presidente impopular”.

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