martes, 26 de abril de 2016
Estima Naucalpan modificación de proyecto de gobierno
• En el proceso que pretenden, replantearán su visión y en ello, la presumible desaparición, y en otros casos fusión de direcciones y subdirecciones, además de la deposición de funcionarios municipales.
Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN, Méx., a 26 de abril de 2016.-A unos días de cumplirse los cuatros meses efectivos de gobierno, trascendió que nuevos despidos habrán de concretarse al 30 de abril a más tardar.
La gerencia Naucalpense en realidad que no acaba de establecerse como se quisiera, por indefinidad de justificaciones de todo tipo, y también decirlo, problemas financieros.
Aquello que inició con un proyecto y proceso de reingeniería de la administración municipal, lamentablemente quedará en buenas intenciones y propósitos y habrá que replantarse.
Por otra parte, es importante el motivo que numerosos funcionarios, desde el nivel dirección, subdirecciones y jefaturas de departamento, simplemente les darán las gracias a la falta de resultados.
Mientras que algunos casos, las separaciones del cargo público obedecerían al cumplimiento de los compromisos políticos y a los presumibles niveles de corrupción documentados.
Ciertamente que existen áreas estratégicas, pero en su actuación no han sido la mejor, al margen de esas del alto nivel de conflicto, en donde precisamente el conflicto los ha rebasado.
Inocultable es, lo disparado de los índices delictivos y criminales aquí en el municipio, en el que a diario al menos un muerto repunta en los estadísticos; asaltos a mano armada a transeúntes, en negocios, a automovilistas, cuentahabientes y transporte público de pasajeros, entre otros aún y más graves.
El comercio en la vía pública ha crecido brutalmente más en cuatro meses, que en los últimos dos años en el centro de la demarcación, en la periferia de mercados y centros escolares, sin dejar de pasar el aumento de centros del vicio, ahora ya, en cualquier parte.
Desde chelerías, bares, antros, esos negocios de botanas-alitas-pizzerías, en cocheras de casas-habitación y demás giros negros, sitios verídicamente que se vende más alcohol que comida.
La fuga de recursos e inversiones que se van a otros bolsillos que a las cajas de tesorería, al posibilitar la actividad comercial en la calle y con ello la progresión grosera del ambulantaje.
Al interior de la hacienda, se presume la desaparición de algunas direcciones y la fusión de otras, enroques de precisamente funcionarios, la salida aproximada una centena de empleados de confianza, y el adelgazamiento urgente de la nómina.
En el plan que se espera, volver a lo pragmático en cada una de las áreas de oportunidad; a lo simple, a lo concreto sin inventar más “el hilo negro” y sobre todo, ir a los notables y justamente resultados, que es lo que la gente quiere de su gobierno.
Dejar pues, los utopismos, “el romanticismo gerencial”, “los sueños de un municipalismo autosuficiente” y al logro del bien común, cuando se tienen polos de riqueza definidos, y un mismo espacio, un desarrollo desigual en las denominadas colonias emergentes.
Bajo ese argumento, cómo pretender una visión de futuro sino se tienen ni siquiera una eminente plataforma de programas sectoriales en zonas urbanas, en las que se aprecia un extraordinario desarrollo económico, pero igual, refieren grandes capas de población que viven en la marginación, a la vez de áreas rurales abandonadas y empobrecidas, cuyos recursos humanos y materiales son constantemente desaprovechados.
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