lunes, 18 de abril de 2016
México, el paraíso de la corrupción e impunidad
"Sólo vivimos dos días; no merece la pena emplearlos en arrastrarnos ante tanto bribón despreciable".
Voltaire
* La sociedad demanda esclarecer casos de corrupción y castigo a los culpables.
* ¿Hasta cuando la ley anticorrupción y de transparencia?
Por Carlos Monroy Hermosillo
Toluca, México;a 19 de abril del 2016.- Iniciamos la semana enterándonos de que los corruptos en nuestro país se roban el 9% del Producto Interno Bruto, o sea tres veces mayor que su crecimiento; y por la denuncia de la Iglesia de que los salarios de nuestros "gobernantes", cínicos, ofende a la mitad de los mexicanos que se debaten en la pobreza y miseria extremas. En ambos casos se exige investigar a gobernantes y funcionarios públicos que tienen enormes fortunas escondidas en paraísos fiscales como lo revelado en el caso "Panama Papers".
Mientras México se hunde en el paraíso de la corrupción e impunidad, una efectiva ley en contra de la corrupción y por la transparencia descansa en los sueños guajiros de los justos, mientras los parlamentarios se las arreglan para darle largas al asunto actuando como cómplices de los mafiosos, ante la presión de una sociedad civil que empieza a organizarse con el objetivo de ponerle una dique a la enorme maquinaria de sobornos, chantajes, estafas y despojos que en esta República no parece detenerla nadie, y donde los niveles de impunidad alcanzan el 95% (el segundo lugar en el mundo) mientras en otros países del orbe la mano de la justicia ha iniciado investigaciones cuando menos a 72 jefes y ex jefes de Estado por motivos similares.
Como ejemplos tan sólo mencionemos los casos de Higa (cuyo principal accionista, de apellido Himojosa, se presume como el prestanombres de Enrique Peña nieto) y OHL, grandes socios del gobierno de la República y del estado de México... Son los engendros de Mammón, el demonio de la codicia y avaricia, característicos de la clase política y gobernante en México, además de otros lares que, como lo manifiesta la propia iglesia, no cobran como compensación por sus servicios, sino altísimos sueldos como cínico privilegio que ofende a más del 53% de los mexicanos que viven en condiciones de miseria, además de que utilizan sus posiciones para medrar y hacerse de fortunas con los recursos del erario, sobre todo de los programas sociales.
Diríamos que son el vivo retrato de lo que Arthur Shopenhauer nos expone en sus ensayos "Aforismos sobre el arte de saber vivir" y "Sobre el fundamento de la moral": se trata de hombres carentes de necesidades espiritualesw. "Lo igual a su igual llama". Por eso políticos y funcionarios públicos inician sus carreras como quien tiene como propósito "medrar y llegar muy arriba en su servicio del Estado; para ello tendrá que procurarse favores, amigos, relaciones, a fin de ascender gracias a ellas, escalón tras escalón, quizá hasta los puestos más elevados; en este caso, más valdría haber venido al mundo sin fortuna alguna. Para aquél que no pertenece a la aristocracia y que tiene algún talento, ser un pobre diablo es una verdadera ventaja y una recomendación. En efecto, lo que todos buscan y aman, ya en el mero trato, cuanto más en la administración pública, es la inferioridad del otro. Sólo un pobre diablo está convencido y penetrado de su profunda, decidida y polifacética inferioridad, y de su absoluta insignificancia en el grado que aquí habrá de exigírsele. Sólo el será capáz de inclinarse todo el tiempo y las veces que sea necesario, y sólo sus reverencias alcanzarán los noventa grados; sólo el soportará con la sonrisa en los labios cualquier cosa que le arrojen; sólo él reconocerá la enorme insignificancia de los méritos; solo él alabará abiertamente, en voz alta o en grandes titulares impresos, los absurdos literarios de sus superiores o de los influyentes, proclamándolos como obras maestras. Solo él entenderá de mendicidades: por consiguiente solo él podrá llegar a ser hasta un pope de esa verdad prostituida que Goethe nos ha develado:"
"Nadie se lamente de lo que es rastrero; que, por más que digan, tiene mucho peso"
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