lunes, 18 de abril de 2016

En Naucalpan… Deja Olvera inevitable y crítico fondo discursivo en toma de protesta de representantes vecinales

• El mensaje es crudo y manifiesta una realidad inocultable, pero por desfortuna no se estima que el alcalde, vaya a actuar en consecuencia, con aquellos que han dañado y saqueado el municipio y que todos conocemos, pero igual, por lo que sabemos en esta nueva alternancia político-electoral.
Por Mario Ruiz Hernández NAUCALPAN., Méx., a 17 de abril del 2016.- Del análisis al discurso del alcalde Edgar Olvera Higuera, el pasado viernes en la toma de protesta de representantes vecinales en el auditorio al aire libre, Felipe Villanueva, existen en realidad numerosas líneas de reflexión que hay que compartir y/o comentar. De entrada, la denuncia abierta y sin tapujos, del grave tema del quebranto financiero que sufre la hacienda municipal y que más de uno sabemos de los responsables incluso, de ese impresionante saqueo de las arcas locales; es decir, del robo abierto a Naucalpan. Sin embargo, nadie actúa, y mucho menos hace algo al respecto y que confirma de alguna manera, la serie de compromisos políticos y el alto nivel de esas perversidades en el ejercicio público. A lo anterior, al marco de referencia, al diagnóstico, al cómo le quieran llamar; qué podemos ganar o perder, de continuar justamente en la línea discursiva, de esos “alguienes; dos o tres, y que tienen nombres y apellidos que les facilitan la impunidad, e insisto, no se hace nada. Sabemos que el pasivo total global, supera los más de 3 mil millones de pesos, entre deuda pública y privada; una es con los banca de desarrollo y comercial, y la otra con prestadores de servicios, proveedores, litigios y en laudos laborales, que complica el margen de maniobra de la gerencia, y que está obligada a responder a los compromisos asumidos en el proceso de la alternancia. Por otra parte, inferir en la crítica artera a la actuación y desempeño de Delegados, Subdelegados y Consejos de Participación Ciudadana (Copacis), respecto a los excesos en sus atribuciones y facultades, además del ingreso a las nóminas; la partidización de los asuntos públicos, “los chantajes” y la falta de respeto a las autoridades locales, entre otros, que quizá haya razón de sobra en la materia y que hoy son punto de condena. Acotar en otro orden de ideas, el mensaje a los integrantes de las 198 Delegaciones Municipales y 179 COPACIS, que resultaron electos en los comicios vecinales, en el que aseguró “que quiere defender los intereses de todos, no importa credo político, ni religioso, yo quiero estar con ustedes para que vivamos juntos y con honor en nuestro municipio, estoy dispuesto a entregar todo”. Añadió que busca un Naucalpan con coparticipación y con corresponsabilidad, con la participación de todos en la observancia de la rendición de cuentas, con ciudadanos responsables que lo mismo estén dispuestos a exigir que a entregar. “Ésta es la lucha para construir nuestra casa, que es Naucalpan, es la lucha de todos juntos, estoy dispuesto a escuchar pero también pido a ustedes me escuchen, estoy dispuesto a tolerar expresiones y manifestaciones que incluso sean distintas a mi forma de pensar, pero también invitó a que lo hagan con respeto”, dijo. En el asunto del ser o no ser, el mejor o no alcalde, por no salir a las calles, el estar en contacto con el pueblo; o a la inversa, de diseñar desde el escritorio las políticas públicas, recapitular la agenda municipal y sus alternativas de solución, al parecer creo tener mis dudas, toda vez que la perorata, me pareció más justificación que otra cosa, pero sólo ellos saben a bien por qué lo hacen. No obstante, lo rescatable de esa histórica tarde soleada; es el propósito, el ideal de pretender la metamorfosis para Naucalpan; el transparentar la aplicación de los recursos y abatir la corrupción dentro y fuera de la alcaldía, así como plantear las bases que los lleve a la instrumentación de un gobierno con perspectiva de futuro, con orden y conciencia, y habrá que esperar que suceda.

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