lunes, 30 de mayo de 2016
Reconciliar el PRI Naucalpan en cambio de comité municipal
• Aún y hay bastante gente dolida, “encabronada” por los traidores y las traiciones, y el reto es generar las condiciones de unidad en un escenario adverso-tanto en su posición como justamente oposición, y al interior de la dirigencia local.
Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN Méx., a 30 de mayo de 2016.- A unos días más, la renovación estatutaria del PRI-Naucalpan será una realidad y sólo basta esperar el cómo vienen las cosas.
El tema no es menor, y habrá que realizar un profundo escrutinio de los que se perfilan y otros que al parecer vienen ya con “los dados cargados”.
En verdad, que de la designación que en esta dirigencia se realice dependerá en mucho la ejecución de un profundo esfuerzo de conciliación entre sus cuadros, militantes distinguidos y las bases.
Ciertamente que indefinidad de priístas se encuentran aún dolidos, no han superado la derrota electoral y para nada los altos niveles de traición y honda irreverencia con la causa.
Bajo esa lógica, el unir voluntades al proyecto de partido que pretenden, restableciendo sobre todo, la confianza en sí mismos y en su comité local, dentro de un escenario confuso, enrarecido y que hoy deriva en el presumible mercenarismo de la gente, la simulación y las hipocresías.
Aunado a ello, y todavía después de ser los quiméricos de la derrota, los cuasi nadie los soporta, los ladrones del pueblo, los que tienen “ahuevo” que rostro, nombres y apellidos incluso del estado actual de virtual quiebra financiera en la gerencia, signifiquen en esta cruel etapa de partido.
Entender porque así fuese, que pese a todo existe un elevado nivel de operación política del PRIAN- de “Los Azucenos”- y la incubación de notorios institutos emergentes que han facilitado todo en el cumplimiento de los perversos propósitos que además, tienen pintada igual, la actual administración pública de color “camaleón”.
Por otra parte, saber en una aproximación primera, qué tanto es trascendente hacer partido, sin ser partido; es decir, fuera de la dirigencia municipal y lograr el respeto de la sociedad, “sin las despensitas, los apoyitos, comiditas de gorra y los cálculos electoreros”.
En el orden de ideas, la entrega total a la comunidad, el entender sus ideales, y no recibir nada a cambio más que la gratitud y el reconocimiento.
Dejar a la libertad de ser social, de ayudar al prójimo, soñar con un mejor municipio, fuera de la criminalidad y violencia, de evitar mayores daños a la humanidad y al entorno.
Volver a creer, en qué si es posible cambiar-como el niño de casa que pide una y las veces que sea necesario perdón ante el portarse mal y la ofensa- y poder liberarse de los traumas que no lo dejan estar en paz con sus pares e iguales.
Los nombres permean, quizá, Cuitláhuac de Anda y la señora Marisol Sánchez-en esa terrible combinación con “Los Azucenos” a la secretaria general- Enrique Vargas Yáñez, “Los Mancilla”, Rafael Ranero, Claudia Oyoque, Sandra Basáñez, José Juan Vergara Millán, Enrique Jacob García y por qué no, Luisa Elena Gómez Monge, tercer síndico, Ignacio Espinosa y Amelia Bárcenas, entre otros.
Claro que, se necesita a alguien que genere condiciones de unidad, que venga a trabajar, que articule, retome el rumbo y la dirección, pero que también conjunte a los diferentes PRI’s.
A aquellos exquisitos, a los “animales de galaxia” y presuntos intelectuales, a los “mapachotes”, a los que el tricolor les ha dado bastante, ser lo que son y mínimo, regresar “la copa”, a esos ex síndicos, ex regidores, que ni un “pinche peso” le han devuelto a su partido, y ahí están en alguna dependencia del gobierno del estado de México, "pegados a la ubre".
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