viernes, 12 de agosto de 2016
Las venezolanas se reinventan para estar bellas en medio de la crisis
La crisis económica en Venezuela, que se ha agravado principalmente por la caída de los precios del petróleo, ha impactado en todas las esferas de la vida pública. Y la belleza no se libra de su embate.
Tutoriales bajados de Internet, recetas caseras para el desodorante, cambios de hábitos de consumo y hasta 'looks' menos complicados de mantener son las estrategias de las venezolanas para estar bellas en medio de la crisis, por la caída de los precios del petróleo.
En Venezuela, a las 6:30 de la mañana, Rosa Ramírez saca su arsenal. Sobre la pequeña mesa de tres niveles dispone el secador, las pinzas, los cepillos redondos, el envase de cera, mientras afuera esperan en fila mujeres con el cabello aún húmedo de la ducha matinal ocupando las sillas de cuero falso en la pequeña peluquería ubicada al fondo del pasaje Zing, en el centro de Caracas, donde se encuentran casi todas las sedes de los poderes públicos del país.
Las clientes, en su mayoría, son trabajadoras de la Asamblea Nacional, de la alcaldía, de algún ministerio o de los bancos que se diseminan entre las Avenidas Lecuna, Universidad y Urdaneta.
Evismelis trabaja en el Parlamento desde hace ocho años y frecuenta a Rosa desde entonces. Aunque, dice, ya no lo hace con el mismo ritmo de antes, "Yo venía hasta dos veces por semana, pero ahora vengo una sola y, si necesito otro secado, me lo hago yo misma en mi casa", confiesa.
En Caracas, las peluquerías del centro abren siempre muy temprano para satisfacer los deseos de cientos de mujeres que quieren domar sus melenas o adornarse las uñas antes de ocupar los escritorios de sus oficinas.
La afluencia, sin embargo, ha mermado. "A esta hora yo ya había secado hasta diez mujeres", dice Rosa, reconocida por su habilidad para convertir -rápidamente- los rizos más rebeldes en superficies aterciopeladas y afirma que uno de los cambios más significativos, es que las famosas "mechas", que allí se hacen por unos 30.000 bolívares, ya no se llevan tanto.
El sueldo mínimo integral en Venezuela es de 33.636 bolívares, de los cuales 15.051 corresponden al salario y 18.585 al bono de alimentación, que generalmente se cancela en forma de tickets o tarjetas de consumo mensual, no en efectivo.
En un país petrolero, que durante años maceró su imaginario con los concursos y reinas de belleza, la imagen todavía tiene un peso preponderante. Los cambios políticos generados por la izquierda han abierto el debate sobre los elementos que conforman esa subjetividad, pero, sin duda, sigue allí arraigada.
Cuando le preguntan a Evismelis si renunciaría a la peluquería, contesta con un rotundo "NO, yo ahora como en mi casa, gasto menos en maquillaje, fumo menos, pero siempre me arreglo mi cabello",
Según el estudio "Gasto en maquillaje en España y el resto del mundo 2014", de la española Escuela de Administración de Empresas (EAE), Venezuela es el segundo país de la región, después de Brasil, donde las mujeres gastan más en productos cosméticos como coloretes, sombras, labiales, polvos y bases para el rostro.
En 2013 las venezolanas gastaron en maquillaje el equivalente a 1.031 millones de euros, donde las mujeres sacaron de sus bolsillos unos 697 millones por el mismo concepto.
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