miércoles, 5 de octubre de 2016

De los 4 jóvenes catequistas ejecutados en Michoacán, uno fue autodefensa

En México, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Michoacán, confirmó que cuatro cuerpos que fueron encontrados este martes, corresponden a jóvenes que el pasado fin de semana fueron reportados desaparecidos en La Ruana, municipio de Buenavista Tomatlán. Eran un grupo de catequistas o evangelizadores católicos, los cuatro jóvenes ejecutados a balazos se llamaban Jesús Alejandro Ayala Aguilar, de 22 años de edad y de ocupación jornalero; Wilibaldo Hernández, de 21, agricultor; Jesús Alberto López, de 24, se dedicaba a la cría de cerdos y Adán Valencia, de 25, tenía un mes de haber llegado de Estados Unidos. La desaparición de los integrantes del Grupo Juvenil Arcoiris fue reportada el pasado fin de semana a través de redes sociales, por habitantes de La Ruana y por el sacerdote católico de la Diócesis de Apatzingán, José Luis Segura Barragán. Para el religioso, la muerte de los jóvenes ya había sido confirmada, por lo que externó sus condolencias a las familias. Los cuatro cuerpos hallados sin vida, ejecutados a balazos, estaban a un costado de la carretera Buenavista Tomatlán-Apatzingán, a la altura de la comunidad de San Juan de los Plátanos. Dos de los cadáveres estaban parcialmente envueltos en bolsas de plástico negras y otro tenía el rostro carcomido. Uno de los cuerpos, además, tenía puesto un chaleco táctico. La Procuraduría michoacana indicó que los familiares ya realizaron la identificación de las víctimas. Jesús Alejandro Ayala, uno de los jóvenes hallados muertos, supuestamente formó parte de los autodefensas al mando de Hipólito Mora, fundador del grupo de autodefensas en La Ruana. Los jóvenes, cuyos cadáveres tenían huellas de tortura, “eran gente de bien, gente trabajadora”, dijo Mora, tras señalar que Ayala había perdido a su padre en el ataque perpetrado el 16 de agosto del 2014 por Los H-3 y en el que también murió su hijo Manolo. "Estos muchachos trabajaban con sus papás, con sus familias, ‘El Chuy’, apenas acababa de darse de baja del movimiento para seguir en Arcoíris. Él perdió a su padre cuando Los H-3 nos atacaron el 16 de diciembre.

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