En este año, el gobierno de Guanajuato compró medicinas y material de curación a precios más altos de los ofrecidos en la licitación por las tres empresas concursantes. Las empresas favorecidas por la Secretaría Estatal de Finanzas son las mismas que suministraron y vendieron a precio más alto del establecido, la insulina de origen chino que se distribuyó entre pacientes del sector salud de Guanajuato.
Para la adquisición de medicamentos de este año, en Guanajuato se hicieron dos licitaciones.
El 23 de noviembre de 2016 fue la primera. El comité de adquisiciones declaró desierto el concurso, ya que las tres empresas participantes ofrecían precios por arriba de los costos oficiales establecidos y tampoco cubrían la documentación completa solicitada.
En enero pasado se convocó a una segunda licitación y participaron las mismas tres empresas.
Los precios ofrecidos por las éstas eran: 523 mil, 523 mil y 443 mil pesos, esta última, la más barata, fue descalificada, argumentando que no entregó el porcentaje solicitado de cartas que lo acreditan como distribuidor mayorista, además que sus cartas de recomendación no acreditaban la experiencia mínima solicitada.
Cuestionado en tres ocasiones sobre los criterios para elegir a las empresas que habían sido descalificadas, el subsecretario de Finanzas se limitó a decir que fueron las mejores ofertas, a pesar de que dichas empresas presentaron las cotizaciones más altas.
El comité de adquisiciones del gobierno estatal dijo que las mejores propuestas las presentaron: Intercontinental de Medicamentos y Distribuidora Internacional de Medicamentos.
Es decir, las mismas empresas que desde el año 2013 han obtenido contratos de manera directa, y que durante cuatro años han sido descalificadas en las licitaciones por ofrecer las medicinas a sobreprecio.
Pero eso no impidió que el gobierno de Guanajuato favoreciera a Intercontinental de Medicamentos y Distribuidora Internacional de Medicamentos con un contrato directo por mil 379 millones de pesos.
Ignacio Martín Solís, secretario estatal de Finanzas consideró ante los diputados locales que el vender a sobreprecio, más que una irregularidad, es una falta de ética de las empresas.
“A lo mejor es un poco de falta de ética. O sea, si yo sé que hay una medicina más barata que cumple con lo que tú me estás pidiendo, pues yo creo que debería irte a decir: oye, me estás comprando una insulina cara, te ofrezco esta que es lo mismo, pero más barata, cosa que tampoco hicieron”.
La administración de Miguel Márquez, en cinco años, ha entregado contratos por cinco mil millones de pesos a dos empresas que en las licitaciones han sido descalificadas por no cubrir los requisitos para surtir los medicamentos al sector salud del estado.
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