El Laboratorio de Restauración Digital de la Cineteca Nacional, que forma parte de la Dirección de Acervos, rehabilitó durante noviembre los clásicos mexicanos: El lugar sin límites (1978), Naufragio (1977) y Cabeza de Vaca (1990).
Esta actividad contribuye a preservar los bienes culturales acumulados por tradición o herencia pertenecientes a toda la nación, a través del archivo y la restauración, expuso mediante un comunicado de prensa.
El primer filme, de Arturo Ripstein, presentaba un virado al azul con un velo en la mayor parte de la imagen, por lo cual se realizó un balance en el valor de los tonos para lograr homogeneidad en las secuencias y cambios de cámara.
Para la restauración digital de imagen de El lugar sin límites se intervinieron 158 mil 909 fotogramas que presentaban daños como rayas, roturas y pegaduras de calor, entre otros.
En tanto, Naufragio, de Jaime Humberto Hermosillo, mostraba cambios de luz y tonos virados a rojos, azules y magenta, los cuales fueron corregidos digitalmente; a la par de que la banda de sonido analógica fue convertida en digital y se corrigieron los diálogos originales que presentaban un desfase en el lipsync.
Mientras que la restauración digital de color del filme Cabeza de Vaca se realizó con la asesoría del propio director, Nicolás Echevarría, y en el sonido se utilizaron herramientas para la supresión de ruidos y principalmente se efectuó una resincronización de los diálogos.
Además, con motivo de la entrega de la Medalla Cineteca Nacional al cineasta chileno Miguel Littin por sus 50 años de trayectoria, el mismo Laboratorio estabilizó el color y el sonido, además de que digitalizó Actas de Marusia (1975) y El recurso del método (1978), proyectadas en DCP como parte de la retrospectiva.
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