El día 2 de febrero o mejor conocido como el día de la Candelaria, se celebra gracias a que en esta fecha los campesinos mexicanos llevaban a bendecir sus mazorcas, para poder sembrar sus granos y tener una buena cosecha; porque que estos días coinciden con los del calendario azteca, en el que se celebraban a los tlaloques, dioses menores de la lluvia.
La tradición en México es que cuando el día 6 de enero, a una persona le toca el muñeco en la Rosca de Reyes, se debe convertir en el padrino del niño Dios; esto es porque el día de su presentación en el Templo (el día de la Candelaria), esta persona será la encargada del convite; también el padrino o madrina, será el encargado de vestir al niño Dios y llevarlo a oír misa.
Los mexicanos antiguos tenían la costumbre de llevar tamales a los templos para rendir culto a Tláloc (dios de la lluvia), a Chalchihuitlicue (su esposa, diosa de las aguas estancadas) y a los tlaloques (dioses menores de la lluvía).
Debido a que Tláloc es el patrono de las lluvias y con su bendición habría buena cosecha.
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