Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN Méx., a 16 de julio del 2018.- Luego de trascender que directores y subdirectores del gobierno municipal, vienen firmando su renuncia al cargo.
En contraparte, otros al menos en esta etapa final del mandato constitucional en Naucalpan, ocurre que han logrado colocarse en una mejor posición a como estaban.
Asimismo, y dentro de toda la descomposición interna de la gerencia que, bueno, experimentó en estos dos años 7 meses, y posteriormente al 1° de julio, nuevos permutas y enroques habrá.
Dicho sea y hay casos quizá ya en funciones, en donde se prevé en unos días más el cambio de entre otros tantos que se han venido dando, del comisario de la Dirección de Seguridad Pública, el maestro, Luis Alberto Casarrubias Amaral.
Lo anterior, con la posible rotación del titular de protección civil, Cesar Gómez a tal dependencia, y supuestamente fortalecer al equipo del alcalde sustituto, Víctor Gálvez Astorga.
Sin embargo y ante la sustitución, son insistentes las diversas acusaciones del sector productivo, el comercio y los servicios, que giran en torno a Gómez y funcionarios del área.
Las imputaciones no dejan de ser delicadas y tienen que ver con presuntos actos de extorsión a propietarios de hoteles, empresas, restaurantes, tiendas departamentales y hasta en obras.
De igual manera, al imponer una según tarifa a verificadores de “entres” al día en supervisiones a todo tipo de negocios y empresas que superan más del millones de pesos.
Con respecto a geología, la exigencia a revisar entre 4 o 5 obras diarias y requerir entre 60 a 70 mil pesos, situación que llevado al límite a propios empleados municipales.
En ello e incluso, la constante presión a que son sujetos a efecto de cumplir con las presumibles cuotas, fijadas por el todavía director de protección civil, quien ha logrado actuar a sus anchas.
Por otra parte, la denuncia además en un exceso de atribuciones, del manejo y administración de la policía facultativa-esa que se renta en fábricas, bancos, y hoteles entre otros giros-
La situación aún y peor, debido al presunto y total respaldo del munícipe, Gálvez Astorga, quien a su llegada, lo puso de manera sorpresiva a esa área, la cual la ha transformado en una “minita de oro”.
NAUCALPAN Méx., a 16 de julio del 2018.- Luego de trascender que directores y subdirectores del gobierno municipal, vienen firmando su renuncia al cargo.
En contraparte, otros al menos en esta etapa final del mandato constitucional en Naucalpan, ocurre que han logrado colocarse en una mejor posición a como estaban.
Asimismo, y dentro de toda la descomposición interna de la gerencia que, bueno, experimentó en estos dos años 7 meses, y posteriormente al 1° de julio, nuevos permutas y enroques habrá.
Dicho sea y hay casos quizá ya en funciones, en donde se prevé en unos días más el cambio de entre otros tantos que se han venido dando, del comisario de la Dirección de Seguridad Pública, el maestro, Luis Alberto Casarrubias Amaral.
Lo anterior, con la posible rotación del titular de protección civil, Cesar Gómez a tal dependencia, y supuestamente fortalecer al equipo del alcalde sustituto, Víctor Gálvez Astorga.
Sin embargo y ante la sustitución, son insistentes las diversas acusaciones del sector productivo, el comercio y los servicios, que giran en torno a Gómez y funcionarios del área.
Las imputaciones no dejan de ser delicadas y tienen que ver con presuntos actos de extorsión a propietarios de hoteles, empresas, restaurantes, tiendas departamentales y hasta en obras.
De igual manera, al imponer una según tarifa a verificadores de “entres” al día en supervisiones a todo tipo de negocios y empresas que superan más del millones de pesos.
Con respecto a geología, la exigencia a revisar entre 4 o 5 obras diarias y requerir entre 60 a 70 mil pesos, situación que llevado al límite a propios empleados municipales.
En ello e incluso, la constante presión a que son sujetos a efecto de cumplir con las presumibles cuotas, fijadas por el todavía director de protección civil, quien ha logrado actuar a sus anchas.
Por otra parte, la denuncia además en un exceso de atribuciones, del manejo y administración de la policía facultativa-esa que se renta en fábricas, bancos, y hoteles entre otros giros-
La situación aún y peor, debido al presunto y total respaldo del munícipe, Gálvez Astorga, quien a su llegada, lo puso de manera sorpresiva a esa área, la cual la ha transformado en una “minita de oro”.
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