Pobladores de Melchor Ocampo entre llantos y dolor claman “justicia” para Valeria.
Por: David Esquivel
Melchor Ocampo. Méx.- Valeria fue enterrada este miércoles 17 de octubre; su cuerpo en ciernes de maduración yació dentro el féretro color blanco acompañado de un cortejo triste, lloroso y temeroso porque en este municipio “un asesino de niñas anda suelto”, el mismo que el pasado lunes 14 del presente mes abandonó el cadáver de Valeria, de 12 años de edad, en un predio baldío, apenas 200 metros de distancia de su hogar, de donde salió a la tienda el domingo por la tarde, para ya nunca más regresar viva pues fue víctima de un criminal.
El cortejo, de unas 500 personas, entre compañeros de escuela, amigos, vecinos y familiares salió de la colonia El Mirador rumbo al templo del pueblo de Visitación donde se le ofició misa de cuerpo presente, después partió y llegó al cementerio del mismo lugar.
Durante el trayecto el compungido cortejo clamó: "Justicia, que detengan a los homicida para que el pueblo tenga calma”; pero, por su lado, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), después de tres días del feminicidio, informó que no tiene personas detenidas, aún no realiza la clasificación del delito y no cuenta con más información del caso.
Los pobladores exigieron a la FGJEM investigue y capture al o los criminales de Valeria, cuya muerte ellos consideran un feminicidio.
Cabe señalar que, en el mismo municipio de Melchor Ocampo, el pasado martes pobladores detuvieron a un hombre que intento arrebatar a un niño de manos de su madre, cuando caminaban sobre una calle del poblado de Tenopalco, cerca de la colonia El Mirador donde fue asesinada la pequeña Valeria, cuya búsqueda, antes de conocer su desceso, fue organizada por los vecinos, mismos que también encontraron su cuerpo.
El padre de la menor exigió a las autoridades: "que ya dejen de estar haciendo tontos, que se pongan a accionar, porque la niña no salió de aqui, (del municipio), la metieron a una casa cercana, le hicieron lo que quisieron", se le quebró la voz al señor, y continuó: y "después la sacaron a tirar; quiero que por favor traigan perros rastreadores, para que detecten donde tuvieron a mi hija, por favor", expreso el padre quien con dificultad contenía el llanto.
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