• Ante el deterioro, la falta de compromiso de autoridades municipales en su tiempo y conciencia ciudadana para la protección del acervo cultural, hay la voluntad de recuperar obras incluso, vulneradas y delinquidas.
Por Mario Ruiz Hernández
NAUCALPAN, Méx, a 26 de abril de 2019.- Es totalmente cierto que, los monumentos históricos y artísticos asentados en nuestro municipio han estado en el tiempo en el total abandono.
Aquellas joyas que resumen “con la mano magistral” de sus creadores, esa extraordinaria parte de la cultura del pasado y el presente, enfrentan las consecuencias de los procesos de urbanización.
En ese orden, el registrar una serie de sociedades fragmentadas, divididas, radicales, estresantes y hasta desarraigadas de su propio entorno o hábitat.
El día a día es salvaje en la aldea urbana, así como los grandes problemas que contribuyen a incrementar los desórdenes.
A lo anterior e incluso, el perder en esa vorágine el sentimiento de identidad y pertenencia, mirar pasar las cosas como si nada, en tanto el dilapidar plenamente la capacidad de asombro.
Actualmente, y que no es menor el observar como diversos monumentos artísticos sufren de una serie de daños, contemplamos obras graffiteadas y roídas derivadas de la falta de mantenimiento.
Otras, que son soporte para la colocación de mantas y cubrir puestos o negocios callejeros, sin el menor sentido de responsabilidad.
Asimismo, esculturas que han sido vulneradas, como la de Cuauhtémoc, a la cual le robaron media lanza de bronce, que se encuentra sobre periférico norte, en el complejo de la Unidad del mismo nombre, perteneciente al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Subrayar “El Pochteca”, una obra que llegó a adornar el Mercado de la Cabecera en 1969, y que hace alusión al gremio de “comerciantes viajeros” que operaron durante la época del Imperio azteca.
Era gente sumamente polémica en la sociedad de ese entonces, ya que no solo eran comerciantes, sino también espías del mismísimo tlatoani; sin mencionar de que eran una sociedad de alto prestigio que se distinguía de los mercaderes comunes o tlacemananqui.
Por otra parte, la fuente de “los Tlacuilos”, que se encuentra en la parte baja del palacio de gobierno, que se erigió en la administración municipal 1973-1975, hoy solo es fiel testigo de la nada.
“Los Tlacuilos” eran pintores-escribanos indígenas que tienen su origen en la época prehispánica. Se especializaban en la elaboración de obras pictóricas y su tarea consistía en pintar, mediante símbolos, elementos importantes para el pueblo mesoamericano”.
En la época prehispánica, “Los Tlacuilos” elaboraron obras conocidas como códices, los cuales estaban compuestos principalmente por glifos pictóricos.
En los extremos, destacar y comunicarlos como es, el sistemático “saqueo de piezas arqueológicas” del Museo Tlátilco en su cambio de sede y todavía unos años más tarde, en donde hay faltantes.
Enfatizar para el caso, los proyectos originados de rescate de la sociedad civil organizada, de “Fomento Cultural Torres de Satélite, A.C.,” de éstas y otras obras históricas.
De ellas además, “los Sifones” y “El Acueducto de los Remedios”, “El Puente Mexicas”, “El Monumento al Obrero” y “La Pirámide del Conde”, obras protegidas por el INBA y el INAH.
Así también, “Las Torres de Satélite” que buscan ser declaradas Patrimonio de la Humanidad, por parte de la UNESCO y elevarlas junto con el fraccionamiento residencial a “Ciudad Luz”.
De acuerdo con el Director General y presidente de Fomento Cultural “Torres de Satélite A.C.,”Galo Blanco Mateos y Cuauhtémoc Rodríguez Gracia, respectivamente, aseguraron que los proyectos de recuperación van muy avanzados.
Informaron a “Naucalpan Es Más”, que cada uno de los monumentos y su rescate, están debidamente documentados obteniendo entre otros requerimientos, los derechos de autor.
Igualmente, las autorizaciones correspondientes, en el supuesto que alguna obra pueda cambiar de sitio de autoridades federales en la materia, y organismos privados.
Para el caso de las pretensiones de “Las Torres de Satélite”, cuentan con la donación del proyecto de iluminación del arquitecto, Gustavo Avilés, aprobado por el INBA.
Ponderaron que sólo falta la obra civil, para concretarlo, y expresaron que se encuentran gestionando los recursos para lograr los propósitos.
NAUCALPAN, Méx, a 26 de abril de 2019.- Es totalmente cierto que, los monumentos históricos y artísticos asentados en nuestro municipio han estado en el tiempo en el total abandono.
Aquellas joyas que resumen “con la mano magistral” de sus creadores, esa extraordinaria parte de la cultura del pasado y el presente, enfrentan las consecuencias de los procesos de urbanización.
En ese orden, el registrar una serie de sociedades fragmentadas, divididas, radicales, estresantes y hasta desarraigadas de su propio entorno o hábitat.
El día a día es salvaje en la aldea urbana, así como los grandes problemas que contribuyen a incrementar los desórdenes.
A lo anterior e incluso, el perder en esa vorágine el sentimiento de identidad y pertenencia, mirar pasar las cosas como si nada, en tanto el dilapidar plenamente la capacidad de asombro.
Actualmente, y que no es menor el observar como diversos monumentos artísticos sufren de una serie de daños, contemplamos obras graffiteadas y roídas derivadas de la falta de mantenimiento.
Otras, que son soporte para la colocación de mantas y cubrir puestos o negocios callejeros, sin el menor sentido de responsabilidad.
Asimismo, esculturas que han sido vulneradas, como la de Cuauhtémoc, a la cual le robaron media lanza de bronce, que se encuentra sobre periférico norte, en el complejo de la Unidad del mismo nombre, perteneciente al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Subrayar “El Pochteca”, una obra que llegó a adornar el Mercado de la Cabecera en 1969, y que hace alusión al gremio de “comerciantes viajeros” que operaron durante la época del Imperio azteca.
Era gente sumamente polémica en la sociedad de ese entonces, ya que no solo eran comerciantes, sino también espías del mismísimo tlatoani; sin mencionar de que eran una sociedad de alto prestigio que se distinguía de los mercaderes comunes o tlacemananqui.
Por otra parte, la fuente de “los Tlacuilos”, que se encuentra en la parte baja del palacio de gobierno, que se erigió en la administración municipal 1973-1975, hoy solo es fiel testigo de la nada.
“Los Tlacuilos” eran pintores-escribanos indígenas que tienen su origen en la época prehispánica. Se especializaban en la elaboración de obras pictóricas y su tarea consistía en pintar, mediante símbolos, elementos importantes para el pueblo mesoamericano”.
En la época prehispánica, “Los Tlacuilos” elaboraron obras conocidas como códices, los cuales estaban compuestos principalmente por glifos pictóricos.
En los extremos, destacar y comunicarlos como es, el sistemático “saqueo de piezas arqueológicas” del Museo Tlátilco en su cambio de sede y todavía unos años más tarde, en donde hay faltantes.
Enfatizar para el caso, los proyectos originados de rescate de la sociedad civil organizada, de “Fomento Cultural Torres de Satélite, A.C.,” de éstas y otras obras históricas.
De ellas además, “los Sifones” y “El Acueducto de los Remedios”, “El Puente Mexicas”, “El Monumento al Obrero” y “La Pirámide del Conde”, obras protegidas por el INBA y el INAH.
Así también, “Las Torres de Satélite” que buscan ser declaradas Patrimonio de la Humanidad, por parte de la UNESCO y elevarlas junto con el fraccionamiento residencial a “Ciudad Luz”.
De acuerdo con el Director General y presidente de Fomento Cultural “Torres de Satélite A.C.,”Galo Blanco Mateos y Cuauhtémoc Rodríguez Gracia, respectivamente, aseguraron que los proyectos de recuperación van muy avanzados.
Informaron a “Naucalpan Es Más”, que cada uno de los monumentos y su rescate, están debidamente documentados obteniendo entre otros requerimientos, los derechos de autor.
Igualmente, las autorizaciones correspondientes, en el supuesto que alguna obra pueda cambiar de sitio de autoridades federales en la materia, y organismos privados.
Para el caso de las pretensiones de “Las Torres de Satélite”, cuentan con la donación del proyecto de iluminación del arquitecto, Gustavo Avilés, aprobado por el INBA.
Ponderaron que sólo falta la obra civil, para concretarlo, y expresaron que se encuentran gestionando los recursos para lograr los propósitos.
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