• El nuevo funcionario debe defender los ecosistemas y el medio ambiente afectados por las obras faraónicas que impulsa el Gobierno Federal.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) reconoció la trayectoria como investigador y ambientalista del nuevo Titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Manuel Toledo Manzur; sin embargo aseguraron que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador lo pondrá en el dilema por responder a la congruencia de proteger el medio ambiente o a la obediencia de los intereses del gobierno, ya que para cumplir con sus objetivos no le importa atentar contra el medio ambiente y el ecosistema.
Tras la polémica que se generó ante la posible llegada de Manuel Velasco al frente de la dependencia y que finalmente sea Toledo Manzur quien ocupe el cargo, la Dirección Nacional Extraordinaria (DNE) aseguró que por el contrario de la postura del Gobierno Federal, el nuevo funcionario debe defender los ecosistemas y el medio ambiente que han sido afectados por las construcciones arbitrarias de AMLO, como el Tren Maya, el Aeropuerto Santa Lucia, la Refinería Dos Bocas, entre otras.
La DNE, integrada por Ángel Ávila Romero, Adriana Díaz, Fernando Belaunzarán, Karen Quiroga, Estephany Santiago, Camerino Márquez, Arturo Prida, argumentó que la anterior Secretaria de Medio Ambiente, Josefa González-Blanco Ortiz-Mena, debió de haber renunciado desde hace mucho tiempo por su notable incompetencia.
Dijeron que todas las obras faraónicas del Presidente de la República carecen de estudios de impacto ambiental y de factibilidades, lo que las hace inviables en materia ambiental y ecológica.
Argumentan que proyectos como el Tren Maya, cuya ruta comprende 1,525 kilómetros y atravesará cinco estados de la República Mexicana, afectará Biosferas como Calakmul, Yum Balam, Sian Ka´ an, Balam Kú y Balam Kin, además de que amenaza especies endémicas como jaguares, pumas, tapir, pecari de labios blancos, saraguato de manto, mono araña y águila elegante, entre otras.
También mencionaron el caso de la Refinería de Dos Bocas, cuyo inicio de construcción afectó reservas ecológicas y manglares en el estado de Paraíso, Tabasco y deforestó 300 hectáreas de manglar, violentando así la Ley de Equilibrio Ecológico.
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