• A un año, en algunas gerencias hay claridad y visión de Estado, y en otras de plano, siguen en las utopías y los “sueños guajiros”.
Por Mario Ruiz HernándezVALLE DE MÉXICO., a 7 de enero del 2020.- Claramente y al concluir el primer año de gobierno en municipios de esta zona del Edomex, el tema de la seguridad es en definitiva, el mayor fracaso que arrastran.
De igual manera, y en menor medida, el grave asunto del endeudamiento público que registran las haciendas de las administraciones pasadas, pero también en algunos de casos, de éstas.
Los escenarios de futuro aún complicados, pocos ayuntamientos sinceramente saben qué es lo que quieren, y otros por desfortuna, siguen a un Año de Mandato, en la completa imaginación pública.
Las realidades entre una y otra demarcación son tan contrastantes, que difícil es saber de aquellos notables transformaciones, y más cuando se insiste mucho en los cambios de paradigmas.
La verdad, “la neta”, poco se percibe de los innovadores gobiernos neomorenistas, más allá del discurso ideológico, las tesis y romanticismos de “no mentir, no robar y no traicionar”.
Asimismo, el pretender cimentar las bases según de “La 4TA. Transformación e Instaurar la Cuarta República”, cuando ni siquiera diversos alcaldes han podido con “el paquete que les dejaron”.
Entenderlo de una buena vez, que las actuales gerencias también serán considerados gobiernos del pasado, para que al menos eso si hagan, cambien ese discurso justificador, de la falta de resultados
Los diagnósticos municipales son terribles, tenemos gobiernos en vías de consolidación como el caso de Tlalnepantla que encabeza el alcalde, Raciel Pérez Cruz.
En contraparte, y otros de la magnitud de Naucalpan que presenta una administración con serias inconsistencias en su aparato de gobierno, con al menos 22 cambios entre secretarios y directores.
Aunado, a los pobres resultados alcanzado en este primer año que se fue más en acciones que en obra pública y aún tenemos la radiografía del “desmadre Urbano” que representa “San Bartolo”.
Es cierto, Naucalpan Centro-ese legendario San Bartolo- lo he dicho en diferentes momentos que “huele a mierda, corrupción e impunidad”, nadie ha podido con el control de la vía pública.
En este caso, suele suceder que sea más rentable, la concesión o privatización de la calle, que la inversión en un proyecto Urbano de gran calado, que recupere el colapsado espacio público.
Por otra parte y que no es menor, de nueva cuenta el crecimiento de la mancha Urbana, los negocios de la industria inmobiliaria, en el Cinturón de las “Lomas Verdes” y cerca del condado de Sayavedra.
Es decir, unos cuantos polígonos ejidales a enajenar en la zona limítrofe con Atizapán de Zaragoza, en la que la alcaldesa Ruth Olvera, ha posibilitado igual, la progresión desmedida en esa área.
Además, del reconocer los graves temas de la agenda metropolitana en el que concurren otros municipios como Nicolás Romero, Tlalnepantla y Cuautitlán Izcalli, tanto en el Saneamiento de la Presa Madín, como del Lago de Guadalupe, y otros cuerpos de agua contaminados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario