• El municipio está más que colapsado y le urge además la
instrumentación de diversos programas estratégicos de movilidad, conectividad y
accesibilidad.
• Requerimos crecer al ritmo de la modernidad de las grandes
megalópolis, y que coloquen a las personas en el centro de las políticas de
también movilidad urbana en el municipio.
Por Mario Ruiz Hernández
Naucalpan Méx. agosto del 2022. – En distintos momentos
hemos insistido que, Naucalpan tiene que cambiar y mutar a un nuevo diseño de
Ciudad, más incluyente, resilente y sustentable.
Los tiempos son fatales y las prioridades han pasado al
nivel de urgencias, y todo precisamente apremia.
Los rezagos son diversos y de diferente índole, en
infraestructura urbana, hidráulica, en la falta de vialidades o arterias de
comunicación alternas a los grandes centros de población supersaturados.
Los problemas de movilidad, conectividad y accesibilidad aquí
en Naucalpan plantean una serie de estrategias que tiene que ver con mejores
alternativas de desplazamiento y destinos.
De igual forma, el uso de transporte más eficiente y eficaz,
ciclovías, el Mexibús, Mexicable y el diseño de programas de precisamente de
gestión de la Movilidad Urbana.
En ese sentido, el que mejoren las opciones de viaje,
fomenten el uso de sistemas de transporte de bajo costo y presentan un menor
impacto en el medo ambiente.
Resaltar que las estrategias por implementar dependan de las
condiciones demográficas, geográficas y políticas de la ciudad.
Claro que es notable aplicar varias estrategias y dependerá
en mucho, el tipo de asentamiento humano y además, que afecten en menor medida
al gran conglomerado.
Naucalpan desde hace más de dos décadas se saturó, la verdad
y aunque digan que todavía podemos crecer o que existan aún áreas urbanizables,
habrá que ver a qué costo.
Cierto es, que hace falta todo, que hace falta un Plan Estratégico
de Movilidad para Naucalpan que tenga entre otros objetivos, mejorar la calidad
de vida, y reducir desigualdades sociales.
Así también, que disminuya emisiones de gases contaminantes
y de efecto invernadero, y aumentar la productividad de Naucalpan a través de
la creación de un sistema integrado de movilidad.
Lo anterior, que aumente la accesibilidad para la población,
garantice condiciones de viaje dignas y seguras para todas las personas, y
optimice la eficiencia del trasporte de mercancías.
Naucalpan necesita replantearse, necesita tener una visión
de mayor alcance y de futuro, más allá de la entrega de despensas, becas y
tanta “madre” que, a la larga no funciona.
Requerimos crecer al ritmo de la modernidad, de las grandes
megalópolis y que coloquen a las personas en el centro de las políticas de
movilidad urbana en el municipio.
Naucalpan e insisto, tiene que superar “las relaciones
institucionales recalcitrantes, nocivas o tóxicas” como para que no “haya
pedo”, y estar sometido a múltiples organizaciones de todo tipo de intereses.
No es posible que no se avance, que el gobierno municipal y
del color que fuere, tenga que acordar o negociar con alguien que lo está
“destrozando”, y que pida “cabezas de funcionarios” y canonjías.
El tema es delicado, pero es doblemente alarmante que no se
salga de tal vicio para crecer en lo fundamental, el bienestar colectivo, y de
forma especial en la calidad de vida de los ciudadanos.
Hoy por hoy, es necesario si el diálogo, la construcción de
acuerdos, pero también de “tener mano dura”, a efecto de concretar proyectos
trascendentales e históricos.
En serio que hay que devolverle a Naucalpan su Grandeza, en
colocarlo con el esfuerzo de todos en el lugar que en alguna ocasión obtuvo por
su industria, y aún su ubicación estratégica.
Los tiempos por venir, esos de crisis mirarlos como de
oportunidades, de extraordinarios retos en favor de la gente, en lugar de mirar
a los seres humanos en números proporcionalmente en votos.
El orientar la obra pública con sentido social, más que el
electoral,
el cuánto representan los habitantes en términos de
sufragios y en los listados de promovidos.
Naucalpan es el desafío, es el tamaño de la muestra que rebasa los 850 mil habitantes, a transformar de manera súbita, si realmente se quiere y ama al municipio.
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