La presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas y Afromexicanos, diputada Irma Juan Carlos (MORENA), encabezó este martes la mesa 4 del Primer Parlamento Abierto “El impacto de la pobreza alimentaria en la niñez mexicana”, a fin de crear una canasta alimentaria de 20 productos básicos en beneficio de la población infantil.
La legisladora destacó la importancia de enfrentar la
pobreza alimentaria para que niñas y niños tengan mejores condiciones de
crecimiento y desarrollo en lo físico, mental, emocional y educativo, así como
en su vida cotidiana.
Reconoció la falta de cultura alimentaria en las familias
mexicanas que enfrentan niveles de pobreza, situación que es posible revertir,
ya que se tienen alimentos sanos, accesibles y de bajo costo que se integrarían
a una canasta básica garantizada.
El investigador Rodolfo Pinto-Almazán, doctor en Ciencias
Biomédicas por la UNAM, informó que 45 por ciento de los casos de mortandad
infantil en México se deben a la desnutrición. La mala nutrición genera
deserción escolar, bajo rendimiento académico y un impacto económico anual de
28 millones de dólares al sistema de salud, según indicadores de organismos
internacionales.
Claudia Erika Fuentes Venado, doctora en Ciencias Biológicas
y de la Salud por la UNAM, aseguró que México está en el foco rojo de la UNICEF
por la prevalencia de niños con sobrepeso, obesidad y desnutrición, que
ocasiona problemas de lenguaje, deficiencia auditiva y disminución del
coeficiente intelectual.
Roberto Alvarado Guerrero, nutriólogo de la Universidad
Autónoma de Hidalgo, informó que en México hay casi un millón de niñas y niños
con desnutrición crónica. Para el desarrollo físico y cognitivo de los niños se
requiere una dieta enriquecida con Omega 3 (ácidos grasos), Hierro (para
transportación de oxígeno a los órganos), Calcio (crecimiento muscular y óseo),
Vitamina A (mejor desempeño cognitivo) y Zinc (para la síntesis de proteínas,
reforzamiento de sistema inmunológico y efecto antidepresivo).
Ruth González Tapia, nutrióloga comunitaria de Atlacomulco,
Estado de México, lamentó que la dieta infantil de familias en situación
vulnerable de pobreza se basa en cereales, frituras y consumo de refrescos
embotellados azucarados, lo que ha posicionado a México como el primer país
latinoamericano en consumo de alimentos industrializados. Se requiere regular
la publicidad de alimentos y reincorporar los desayunos escolares y comedores
comunitarios, sugirió.
Por su parte, Ayari Pasquier Merino, doctora en Ciencias
Sociales por El Colegio de México, se pronunció por la creación de una canasta
básica sana, equitativa y sustentable no únicamente para niñas y niños de
familias vulnerables, sino de todo el país, a fin de dar cumplimiento al
artículo 4° constitucional en el cual el Estado debe ser garante de este
derecho en seguridad alimentaria.
Jesús Jorge Coutiño Velásquez, doctor en Ciencias Agrarias
por la Universidad Autónoma Chapingo, comparó la experiencia entre México y
Chile de sus respectivos sistemas de etiquetado para alimentos procesados. Aún
falta obligar, dijo, a las empresas transnacionales asentadas en el país a que
reduzcan sus concentraciones de sodio, grasas y calorías de los productos
industrializados que ofertan a consumidores.
La doctora Arely Vergara Castañeda, investigadora de la Universidad
La Salle, recordó que la dieta en México se reconfiguró luego de la aplicación
del Tratado de Libre Comercio, en donde se reporta un alto consumo de alimentos
industrializados y productos derivados de la leche.
Leticia Arcelia Cervantes Turrubiates, especialista en
Nutrición Aplicada y Educación Nutricional, mencionó que el país requiere una
canasta básica alimentaria, según grupos de edad, que satisfaga necesidades
nutricionales con una disponibilidad de alimentos inocuos, nutritivos y
sabrosos, asequible desde el entorno escolar.
La investigadora en Fisiología de la Nutrición, Martha
Guevara Cruz, remarcó que el cuidado nutricional desde la niñez es un derecho
humano que garantiza el crecimiento para ser un adulto sano, por lo que el
Estado tiene que realizar estudios de riesgo nutricional, detectar casos de
desnutrición y prevenir enfermedades.
Héctor Alejandro Arellano Corona, médico por la UNAM con posgrado en fisiología por la Universidad de Duke, se pronunció por un etiquetado de alimentos que destaque lo saludable del producto. Exhortó a consumir nopal, que posee compuestos bioactivos contra las enfermedades. Mencionó que antes de legislar para combatir la malnutrición infantil, se requiere hacer un estudio de la genética de la población.
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