Transforman madera en un utensilio de cocina que sirve para
espumar el chocolate.
Destacan los municipios de San Antonio la Isla, Rayón,
Ixtapan de la Sal y Ocluían por su manufactura.
San Antonio la Isla, Estado de México, marzo de 2023. Una
de las ramas artesanales con las que cuenta la entidad mexiquense es la de
madera, considerada una tradición ancestral ya que desde tiempos remotos se
tallaban y torneaban diversos objetos con fines utilitarios y rituales, un
ejemplo de ello es el molinillo.
Estudiosos afirman que este objeto data de la época
prehispánica y posteriormente se fue adaptando hasta conformarse como se conoce
hoy en día; durante la conquista se perfeccionó y se popularizó al ser un
artefacto con el que la presentación del cacao, champurrado o atole cambiaba
radicalmente otorgándole textura.
También llamado “chicoli”, vocablo que proviene del náhuatl
moliniani, que significa mover, es un palillo cilíndrico con una rueda gruesa
que, al girarse crea espuma, actualmente es uno de los utensilios tradicionales
de la cocina mexicana más importantes.
La espuma estaba asociada a una fuerza llamada “pee”, que es
la fertilidad y se consideraba que estaba viva, de hecho, el chocolate era una
bebida prodigiosa que solamente los tlatoanis mexicas podían consumir y
deleitarse con la espuma.
En la Mesoamérica precolombina se utilizaba el cacao como
moneda para los intercambios comerciales y antes de la llegada de los españoles
era utilizado como bebida, medicina, alimento y estaba presente como un
elemento ritual en ceremonias muy especiales.
Esta herramienta consta de una pieza de madera con anillos
giratorios de diferentes tamaños, en su extremo tiene un tipo esfera con
diversos canales tallados, pues su función es batir en diferentes direcciones
para conseguir espumar las bebidas, en cuanto a medidas, el tamaño estándar es
de 30 centímetros.
Para la elaboración del molinillo se elige madera
provenientemente del árbol de cacahuananche o aile preferiblemente,
posteriormente se coloca ya sea en un torno de violín (donde se utilizan tanto
pies y manos) que hoy muy pocos artesanos dominan, o en un torno eléctrico; el
proceso para ambos tornos es carbonizado, es decir, sin ningún tinte, todo el
decorado se obtiene a base de la fricción.
Durante todo el torneado de la madera se deben labrar los
anillos y estos son los que otorgan la parte esencial a la herramienta
espumadora, ya que son los encargados de introducir el oxígeno a la bebida,
además que hacen un vacío en el tronco de la madera.
Dentro de la entidad mexiquense los municipios que presentan
mayor concentración de artesanos que los elaboran son: San Antonio la Isla,
Rayón, Ixtapan de la Sal y Ocuilan con un total de 871 maestras y maestros
artesanos, de los cuales, 679 son hombres y 192 mujeres.
Actualmente el molinillo tiene un papel fundamental dentro
de la tradición y la gastronomía, porque es un elemento prehispánico que sigue
vigente hasta nuestros días y mantenerlo vivo y fomentar su uso es preservar
los usos y costumbres de nuestros ancestros.
El Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías
del Estado de México (IIFAEM), invita a consumir este y otras piezas
artesanales a través de sus tiendas “Casart” o en plataformas digitales como
Amazon y Mercado Libre.
También pone a su disposición la venta por WhatsApp al 722-148-6220 donde personal del instituto atiende los pedidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario