• Don Paulino asegura que ahora busca dejar huella en este mundo, transmitiendo la técnica de trabajo que a su vez le transmitió su Maestro Antonio López
El maestro se inició en 1984 en la talla de madera y desde entonces, sin bajar la guardia, participó en diversos concursos a nivel nacional y estatal , entre los que se encuentra el Galardón Máscara de Parachico Barbada Premio Antonio López Hernández: “Cuando tenía 12 años, mi mamá, Doña Juanita, me motivó para estar ahí, pues decía que era una manera de no estar de ocioso y evitar andar en la calle. Gracias a ella fue que conocí este oficio y gracias a ella, que me llevó con mi maestro Antonio López, quien ya era en aquel entonces Premio Nacional de Ciencias y Artes en la modalidad de Arte Popular”, comentó el galardonado.
Premiado en esta edición 2024 por sus 40 años de elaboración de máscara de parachico e imágenes religiosas talladas en madera, don Paulino Nangullasmú recuerda con nostalgia cuando cruzó por primera vez la puerta del taller de Antonio López Hernández, su primer gran maestro, quien le enseñó a elaborar máscaras chicas, medianas y grandes, así como imaginería (imágenes religiosas), para después ayudarlo y trabajar en su taller durante 23 años.
Hoy en día, el maestro Paulino ya tiene su propio taller Casa-Taller Arte-Sano, ubicado en Barrio San Jacinto, y su trabajo forma parte de colecciones de los estados de Oaxaca, Michoacán, Puebla, Ciudad de México, además de que su producción se muestra en Europa en el proyecto Alas y Viento de Nacho Rovira en Barcelona, España.
El artesano mascarero originario del municipio de Chiapa de Corzo, Chiapas, ha trascendido fronteras destacando por su calidad en el tallado y acabado de cada pieza, así como su pasión por la máscara tradicional y barbada, proceso artesanal que tarda aproximadamente 20 días en su elaboración por la perfección en cada detalle.
Recuerda don Paulino que comenzó a participar en diferentes concursos desde muy niño, pero fue hasta después de 13 años de prueba y error que conquistó su primer premio; de ahí en adelante, la cosecha de recompensas por su perseverancia y trabajo ha sido constante: “En 2022 obtuve el primer lugar en el Concurso Estatal de Máscara Tradicional, con una pieza barbada”, destaca orgulloso.
El maestro recalca que a pesar de que ha estado en el pódium todos estos años, él sigue aprendiendo, pues es un trabajo que requiere siempre de la perfección y el detalle, además de que sus máscaras son cien por ciento hechas a mano en su taller: “Lo único que se adquiere de otros artesanos de Tlaxcala son los ojos, pero todo lo demás, hasta la pintura que es a base de aceite de chía, yo la elaboro. Utilizo una técnica española en donde se hace uso del esófago de res para pulir la pintura. Las pestañas se hacen con el cabello de mujer para las máscaras tradicionales, y para las máscaras barbadas, las elaboro con pelo de las patas de la res”.
Don Paulino asegura que ahora busca dejar huella en este mundo transmitiendo la técnica de trabajo que a su vez le transmitió su maestro Antonio López y la experiencia, porque como dice: “No me gusta guardarme nada, quiero compartir todo lo que yo he aprendido en estos años, de eso se trata: si ya sabemos cómo es todo esto, mejor dejar que experimenten rápido los que vienen detrás de uno”.
Paulino Nangullasmú Alegría es un artesano que aprendió de diferentes entidades en las que impartió sus cursos: Campeche, Tabasco, Mérida, Guerrero, Michoacán, por mencionar algunos; también capacitó a artesanos con el fin de mejorar la calidad sin cambiar el estilo por las diferentes tradiciones. Por medio de las máscaras, ha estado presente en el evento ORIGINAL. Encuentro de Arte Textil Mexicano, que encabeza la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.
De igual manera, es miembro activo de Artistas de las Máscaras, que convocan a maestros artesanos a nivel nacional para citar a tal evento de mascareros, quienes financian el proyecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario