La opinión de... Salvador Ferrer i Paradeda

¿La verdad nos hace más inteligentes? Salvador Ferrer i Paradeda

Dicen que estar en posesión de la verdad nos hace estar por encima de la mentira, pero también dicen que la distancia es el olvido, así que mentira, verdad y olvido, van unidas de la mano. Me explico: verdad es aquello que cada uno defiende como algo propio, se defiende ante cualquier agresión y prevalece por encima de todo. Mentira suele ser lo que decimos cuando llegamos tarde a la casa y la esposa nos espera sacando las uñas y exigiendo una respuesta (por lo general las reuniones de trabajo, los embotellamientos de tráfico y el celular sin batería, es la respuesta adecuada). Olvido, siempre se olvidan las cosas cuando no son importantes y pasar a comprar “las toallas sanitarias”, la visita a la suegra o compartir el café con las amigas de la esposa o novia, suele ser motivo de olvido. Hasta aquí, aunque parezca lo contrario, hay una unión entre todas ellas; verdad defendible, mentira piadosa (con lo cual se convierte en defendible) y olvido incontestable (también defendible ante la presión mediática del trabajo y las horas extras). Todo se trata de un sistema que nos envuelve con el ajetreo diario del hombre –se entiende como ser por encima de todo- y aquello que a veces olvidamos LA MUJER EXÍSTE. Nací en el seno de una familia donde prevalecía el dominio femenino –cuatro hermanas y la ausencia de un compañero como hermano- así que pronto me acostumbré a compartir la compañía del llamado sexo débil –dicho sea de paso, puedo garantizar que no es verdad porque así me enseñaron y así lo entendí por causa mayor-. Entonces llego a la conclusión de que la verdad no nos hace más inteligentes y sí mucho más supeditados a la aseveración femenina, conducida por los excesos de celos y la intransigencia hacia las excusas. Amamos a las mujeres por lo que son, seres que enseñan las uñas y a la vez acercan caricias, seres que no creen en la palabra dicha con estupidez y aceptan ser engañadas a cambio de una reflexión y seres que perdonan… pero no olvidan, tarde o temprano pasan factura. La verdad no nos hace más inteligentes, porque en esos casos se trata de nuestra verdad, dicho literalmente, toda una mentira y el olvido… hasta el siguiente viernes cultural con los amigos y compañeros de trabajo.