miércoles, 26 de marzo de 2014
Chiapanecos conviven con un vecino peligroso, El Chichonal
Notimex |
A 32 años de la erupción del volcán Chichón o Chichonal, en la zona norte del estado se han tomado una serie de medidas preventivas para evitar una catástrofe como la ocurrida el 28 de marzo de 1982, que dejó dos mil 800 muertos.
En ese año no había la transmisión de conocimientos en el sentido de que se vivía en una zona rica en fertilidad y producción, pero a la vez estaba el peligro volcánico.
Desaparecieron el municipio completo de Francisco León y algunas comunidades rurales como Esquipulas Guayabal, El Naranjo, Guadalupe Victoria, entre otras, quedaron sepultadas por cenizas y piedra.
La directora del Centro de Investigación en Gestión de Riesgo y Cambio Climático de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), Silvia Guadalupe Ramos Hernández, afirmó que este evento ha dejado muchas enseñanzas.
Tenemos que reconocer que “El Chichón” está activo, que hizo erupción el 28 de marzo de 1982, que lamentablemente la población no conocía el fenómeno, ni sabía de los alcances, apuntó.
Refirió que las culturas prehispánicas han vivido ligadas a este proceso volcánico, parte de sus saberes están relacionados a leyendas con la vida del volcán.
“Antes de la explosión en la zona zoque aparecía una mujer vertida de color blanco, en la mañana era niña, al medio día joven y por la tarde anciana, acudía a comprar a las tiendas y decía a la gente que preparaba una fiesta para su hijo”, narró.
Los volcanes, explicó, son los dueños propios de la tierra, los suelos volcánicos son reconocidos por su alta fertilidad y por eso cultivos como el café y cacao se establecieron básicamente en esa área.
Sin embargo, actualmente se tiene un registro de la actividad, diario ocurren hasta cinco temblores por la actividad del volcán, perceptible solamente alrededor de unos tres kilómetros a la redonda con magnitudes menores a los tres grados Richter.
Además, dijo la especialista, se estudian las aguas termales, se ha consolidado un semáforo de alerta, se han diseñado rutas de evacuación y se ha capacitado a la gente.
Hay un acercamiento social con las comunidades para transmitir el peligro y el riesgo con los que conviven, se toma al fenómeno no con algo terrorífico, es como una enfermedad, está ahí, no es peligroso, el semáforo nos muestra los síntomas de cambio, añadió.
En el aniversario, alumnos de la Unicach se dispersarán por comunidades, escuelas y a los ayuntamientos de Francisco León, Chapultenango, Sunuapa, Ostuacán y Pichucalco, se les entregará el atlas de riesgo del volcán.
En alto peligro viven unas siete mil 500 personas en 22 comunidades en esos cinco municipios que rodean el edificio volcánico que antes de la explosión había mil 300 metros sobre el nivel del mar y después de mil 20 metros.
A su vez, el director del Instituto de Protección Civil para el Manejo Integral de Riesgos de Desastres, Luis Manuel García Moreno, comentó que se han diseñado planes operativos de protección civil, de sensibilización y ha avanzado el uso de la tierra.
Incluso, continúa el trabajo continuado de especialistas de la Universidad Autónoma de México (UNAM), del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), del Servicio Sismológico Nacional (SSN), de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
Hay que reconocer el territorio en el que estamos ubicados, convivimos con un vecino peligroso, sus signos vitales por ahora permanecen estables, pero si algún día cambian se tiene que tomar con todos los elementos, las prevenciones, concluyó.
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