martes, 18 de marzo de 2014

Nuevo etiquetado de alimentos y bebidas promoverá la diabetes

Bertha Sola/ASA | La información es confusa para los consumidores El nuevo etiquetado frontal para alimentos y bebidas, publicado en el Diario Oficial de la Federación, el pasado 14 de febrero, promoverá la obesidad y diabetes además de ser engañoso e incomprensible para la población, de acuerdo a diversas investigaciones realizadas en México, Estados Unidos y Europa, por lo que la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) demandó que se derogue “ya que no cumple con las recomendaciones internacionales de salud y está hecho a la medida de la industria”.
Sobre este nuevo etiquetado, los integrantes de la Alianza por la Salud Alimentaria explicaron que: 1. Es incomprensible. La Estrategia Nacional para la prevención y control del sobrepeso, la obesidad y la diabetes especifica que “el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas debe comunicar información nutrimental clara a los consumidores y fomentar decisiones saludables entre estos”. Sin embargo, de acuerdo a un estudio realizado a estudiantes de nutrición, por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) sólo el 1.8% pudo comprenderlo en su totalidad. Por lo que se concluyó que este etiquetado “no ofrece información clara a los consumidores” y tampoco fomenta “decisiones saludables entre estos”. 2. Es engañoso. Este etiquetado señala que el criterio establecido para consumo diario de azúcar es de un total de 90 gramos (18 cucharadas cafeteras) muy por encima de los 50 gramos (10 cucharadas cafeteras) recomendados por la Organización Mundial de la Salud como máximo tolerable en todo un día para un adulto. En este momento, la Organización Mundial de la Salud lleva una consulta pública a su propuesta de reducir su recomendación de ingesta máxima tolerable de 50 gramos a 25 gramos (5 cucharadas cafeteras). El nuevo etiquetado frontal obligatorio va en contra de la propia Estrategia Nacional Contra la Obesidad y la Diabetes donde se establece que este etiquetado deberá informar sobre los “Azúcares añadidos” teniendo como base de cálculo 200 kilocalorías (10 cucharadas cafeteras). En cambio, en el etiquetado aprobado se establece el criterio de “Azúcares totales” con base de cálculo 360 kilocalorías (18 cucharadas cafeteras). En la Estrategia se tomó la referencia científica de la OMS, y en el etiquetado promovido por COFEPRIS, se tomó el criterio de las industrias que no tiene ningún sustento científico, sólo el del engaño. Es importante conocer los azúcares añadidos, ya que no existe ninguna ‘recomendación de ingesta’, sino únicamente un máximo tolerable, según la OMS, es por esta razón que a la industria no le conviene especificarlos. Katia García, investigadora en salud alimentaria de El Poder del Consumidor, comentó: “Sobre una dieta de 2000 kilocalorías diarias, nuestro cuerpo puede recibir como máximo 200 kilocalorías de azúcar, es decir, sólo el 10% de nuestra ingesta diaria. El nuevo etiquetado establece 360 kilocalorías, casi el 20% del consumo máximo” Por ejemplo: una Coca Cola de 600 mililitros con el criterio de la Estrategia, es decir de la OMS, tendría que indicar: Azúcar 126% del máximo tolerable. Coca Cola de 600 mililitros con el criterio del nuevo etiquetado dirá: Azúcar 70% del requerimiento diario recomendado. Alejandro Calvillo director de EPC, afirmó que el nuevo etiquetado promovido por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) tomó el criterio que la industria venía utilizando sin ningún sustento científico y está en contra de la Estrategia del propio gobierno federal, que tomó la referencia científica de la OMS. La Alianza por la Salud Alimentaria, afirmó que el desarrollo de este etiquetado va en sentido contrario a los elaborados en algunos países de América Latina, que son claros en las advertencias al consumidor sobre el alto contenido de azúcares, grasas y sal en los productos, como es el caso reciente de Chile y Ecuador. El pasado 27 de febrero la propia Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos, respaldada por Michel Obama, propuso que el etiquetado de los productos informen sobre los azúcares añadidos por ser ésta una causa de obesidad y diabetes. En contraparte, el etiquetado que está imponiendo el gobierno mexicano es el mismo que promueven las empresas en Estados Unidos a través de una campaña de 50 millones de dólares llamada “Fact up Front” para oponerse a la propuesta de la FDA y de Michel Obama. Ante esta situación, y con el fin de que la Estrategia Nacional para la prevención y control del sobrepeso, la obesidad y la diabetes sea eficiente, La Alianza por la Salud Alimentaria, reiteró que es necesario derogar el Decreto publicado por el presidente Enrique Peña Nieto, en el cual se reformaron y adicionaron diversas disposiciones del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios, referente al etiquetado de bebidas no alcohólicas y alimentos. Como muestra de la confusión que existe en la población, la ASA presentó un video en que se registra cómo la población mexicana no entiende este etiquetado y el engaño que representa para ellos, sobre todo en lo relacionado a contenido de azúcar.

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