martes, 18 de marzo de 2014

La opinión de... Salvador Ferrer i Paradeda (Una vida sin retorno)

Una vida sin retorno Salvador Ferrer i Paradeda.
Nosotros, o sea, esos seres que caminamos erguidos, llamados también en su momento, homo sapiens, seres que podemos pensar –no siempre lo hacemos- hablar, -a veces hablamos demasiado- escuchar –a veces hasta ni eso sabemos hacer- … seres humanos con todo lo que ello implica y además, con diversidad de colores para hacerlo más ameno. ¿Queda claro de quién hablo?. ¿No hay dudas? Pues eso, nosotros, estamos llevando a todo el entorno hacia un final apocalíptico, lleno de dudas y además de sandeces. Y digo yo, ¿para qué?...respuesta. ¡¡¡Para nada!!!. Lindos paisajes, hermosas mujeres, admirados discursos…¡ah no, eso no!, lo dejamos para los “discursadores”, gente de otro planeta, gente acostumbrada a que se les aplauda públicamente cualquier sandez que digan y haciendo méritos, tenemos un ejemplo palpable, los también llamados “peperos” (seguidores del PP, partido de la derecha española, la del reino de España). Gente con complejos de inferioridad que asume sus cargos para reprimir cualquier movimiento que no sea de su opinión, gentuza acostumbrada a que nadie les lleve la contraria y además, totalmente retrógrada, carente de ideas y acomodada a siglos de “mano dura, con la cruz en una mano y en la otra la espada”. Triste espectáculo el que están dando allí donde abren la boca y buscando una expresión típica del lugar donde vivo, pendejos adiestrados sin domador ni ética. Para ellos la vida no tiene retorno, es algo simbólico, lleno de colores y con sabor a carajillo de anís el mono, algunas veces vino rancio y otras torrijas bañadas con sarcasmo y bilis adulterada. No están en el círculo de los homos sapiens, ni tan siquiera los homos erectus, porque para no pecar, son capaces de utilizar el sistema in vitro y no caer en la tentación de contemplar una imagen llena de serpientes con manzanas. Tristes “peperos” adoctrinados con el carisma del más estúpido de los seres humanos y seguidores de dictadores históricos; Franco, Hitler, Aznar, José Antonio y algún que otro “vestido de socialista”, pero con el carisma hasta los suelos. En fin, para ellos y otros más…(omito nombres por falta de quórum) que sean felices, que tengan una vida sin retorno y además puedan gozar de cavernas y oráculos a su medida, sacrifíquense unos a otros y busquen entre los excrementos propios, algún gen que pueda llevarles a su mundo, el mundo de los idiotas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario