viernes, 30 de mayo de 2014
España encarcela a sus manifestantes y aplaude a los de Kiev
Mientras activistas españoles denuncian que el Gobierno intenta acallar sus voces aplicando medidas como el encarcelamiento, los expertos recuerdan que la postura de las autoridades no fue igual hacia las protestas antigubernamentales en Kiev.
Carmen y Carlos son dos ciudadanos españoles, activistas del 15-M, que fueron seleccionados aleatoriamente por la Policía entre una multitud de manifestantes en la ciudad de Granada y han sido condenados a tres años de prisión. Participaron en un piquete informativo en la huelga del 29-M y su intención no fue en ningún momento oponerse a los agentes de seguridad.
"Se van a cebar con nosotros porque nosotros somos un símbolo, somos una cabeza de turco", explicó Carlos en RT. Según el activista, las fuerzas de seguridad en España intentan transmitir "miedo inmovilizador" a quienes se manifiestan.
Sin embargo, el pueblo no parece tener miedo y continúa tomando las calles para alzar sus voces. Lejos de las pacíficas movilizaciones de Granada, barricadas de fuego y cargas policiales han protagonizado esta semana las manifestaciones en Barcelona a raíz del desalojo de un centro okupa.
Tanto los activistas de Granada como los de Barcelona denuncian que el Gobierno intenta apagar sus voces. Los expertos, por su parte, señalan que la postura de las autoridades no fue la misma cuando estallaron las protestas antigubernamentales en Kiev hace unos meses.
Los países occidentales han dado una imagen también muy selectiva de las manifestaciones en Ucrania
"Los países occidentales han dado una imagen también muy selectiva de las manifestaciones y las movilizaciones ciudadanas en Ucrania", explicó en RT Armando Fernández Steinko, investigador y profesor de sociología de la Universidad Complutense de Madrid.
Las marchas prooccidentales han sido mostradas como legítimas y las que van en contra de los intereses occidentales han sido representadas como movilizaciones "violentas, minoritarias e ilegitimas", agregó el investigador.
"Cuando pasa en sus países y la gente reclama un futuro mejor se les llama de todo e intentan acabar con las manifestaciones", aseguró Tau Terra, un miembro del centro social desalojado y derribado en Barcelona.
rt.
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